El régimen angoleño se niega a reanudar el diálogo de paz con la guerrilla

La destrucción, días atrás, por las fuerzas de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) de un avión comercial angoleño, así como un reciente ataque guerrillero contra la construcción de la mayor central hidroeléctrica del país, decidieron al Gobierno a no acudir ayer a la reanudación del diálogo de paz con la guerrilla, a la que acusa de violar repetidamente los acuerdos de alto el fuego.Representantes del Gobierno de Luanda y de la guerrilla de Jonas Savimbi tenían previsto volver a reunirse desde ayer en Kinshasa para discutir la aplicación de] acuerdo de paz, tras la suspensión de las negociaciones por 10 días a petición de los delegados de UNITA. Éstos quisieron consultar a Jonás Savimbi, antes de iniciar la discusión, una propuesta del presidente de Zalre, Mobutu Sese Seko, mediador del proceso negociador, acerca de la verificación del alto el fuego en vigor desde el 24 de julio.

Las negociaciones han quedado rotas tras los gravísimos incidentes registrados en estos días de suspensión de las negociaciones, el más grave de los cuales causó 43 muertos y fue la destrucción por un misil, disparado por los rebeldes, de un avión comercial angoleño Antonov 26 que realizaba un vuelo entre Luena y Cazombo, al este de Angola, informa Nicole Guardiola desde Lisboa.

La acción no fue confirmada ni desmentida por UNITA, que mantiene últimamente el más absoluto silencio acerca de sus acciones militares y sobre las supuestas violaciones del alto el fuego denunciadas por Luanda.

El otro grave incidente ocurrió el pasado sábado 29 en la población de Capanda, donde los guerrilleros atacaron con morteros las obras de construcción de la mayor central hidroeléctrica del país. En el ataque resultaron heridas de gravedad seis personas, entre ellas un ingeniero brasileño.

Según las fuentes angoleñas, entre el 28 y el 30 de julio la Unita perpetró doce ataques, lo que supone, afirman, "una violación sistemática" del proceso de paz iniciado el 24 de junio tras las cumbre de Gbadolite (Zalre), a la que acudieron 18 jefes de Estado africanos.

Segunda fase

El Gobierno de Luanda, que había aceptado el plan de Mobutu para la verificación del alto el fuego, entiende que es imprescindible llegar a un acuerdo sobre este punto antes de abordar la segunda fase de las negociaciones, o sea, la reinserción de los miembros y dirigentes de UNITA en las instituciones del Estado. Éste parece ser también el punto de vista de los Jefes de Estado africanos que participaron en la cumbre de Gbadolite y que fueron testigos del apretón de manos histórico entre el presidente Jose Eduardo Dos Santos y Jonas Savimbi.

Washington no parece dispuesto a ceder en sus presiones sobre Luanda hasta conseguir una completa reformulación del Gobierno y del régimen.