Los habitantes del pueblo natal de Juan Pablo I piden que se le haga la autopsia
Los habitantes del precioso pueblo de Canale de Agordo (provincia italiana de Belluno), cuna de Albino Luciani, que llegó a ser sucesor de Pedro como papa Juan Pablo I, han decidido constituir un comité para pedir que se haga la autopsia al cadáver del que fuera pontífice tan sólo durante 34 días, porque estiman que murió de una forma misteriosa.Curiosamente, esta misma petición fue hecha en su día por algunos cardenales a los pocos días de que se produjera la muerte repentina (el 28 de septiembre de 1978), tras las versiones contradictorias que el mismo Vaticano facilitaba sobre las causas del fallecimiento. Pero los cardenales de la curia opusieron la objeción de que el derecho canónico vigente en aquel momento impedía hacer la autopsia a un Papa.
Ahora, el nuevo derecho canónico lo consiente y los hijos de Canale de Agordo están dispuestos a no dejar en el olvido a "su Papa", sobre todo después de las afirmaciones aparecidas en publicaciones extranjeras sobre el tema. Por ejemplo, en el libro El ladrón en la noche, del inglés John Cornwell, el arzobispo Paul Marcinkus asegura que no fue él quien asesinó al Papa, como alguien había sospechado, porque el ex patriarca de Venecia había tenido un enfrentamiento con el banquero del Papa antes de sucederle a Pablo VI.
Silenciar a Boff
Por otra parte, en Roma ha trascendido que el cardenal Ratzinger, prefecto del ex Santo Oficio, está preocupado de nuevo con el franciscano Leonardo Boff, teórico de la teología de la liberación brasileña. Ratzinger está intentarido convencer a la Conferencia Episcopal Brasileña para que silencie de nuevo al teólogo. En Roma inquieta la estimacion que las comunidades cristianas de Brasil y de toda América tienen hacia Boff. En la última reunión de las comunidades brasileñas celebrada en Caxias, acudieron a escuchar a Boff más de dos mil personas, entre las que figuraban 98 obispos y cientos de sacerdotes.
