Vacaciones tensas en Cangas

La situación en Cangas de Morrazo (Pontevedra), mientras el alcalde se halla de vacaciones, aparece marcada por la tranquilidad y la paralización de la vida municipal. Ni los grupos de oposición ni los vecinos han bajado la guardia y mantienen la exigencia de que el socialista Lois Pena abandone la alcaldía. El pasado día 19, los grupos opositores plantearon formalmente al PSOE la necesidad de iniciar un diálogo político. Los socialistas, que cuentan con 13 de los 21 concejales, están dispuestos a negociar, pero la fecha no ha sido fijada todavía.

El plazo marcado en principio por la oposición finaliza con el mes de julio. Por su parte, el alcalde sigue dispuesto a cumplir su mandato.Se mantiene así un compás de espera abierto por el estallido popular contra algunas actuaciones del alcalde y especialmente contra los incrementos de la contribución urbana. Este estallido se hizo sentir en la movilización del 1 y el 2 de junio, reprimida con dureza por la fuerza pública. Desde entonces el alcalde no ha podido ocupar en condiciones normales su despacho, e incluso ha trasladado su residencia fuera de Cangas. Sólo en contadas ocasiones ha entrado en el Ayuntamiento a primeras horas de la mañana, para evitar encontrarse con grupos de vecinos que montaban guardia ante la casa consistorial decididos a encararse con él.

El pasado 4 de julio, el alcalde fue insultado y agredido durante los funerales de su ex esposa. El hecho originó quejas de Lois Pena ante el comportamiento que calificó de "inhibitorio" del gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, por entender que no se le había dispensado la protección suficiente. Una semana más tarde el alcalde expuso sus preocupaciones al ministro del Interior, José Luis Corcuera, quien previamente había recibido al gobernador. "El ministro me garantizó que la situación se normalizaría de la forma menos traumática posible", dijo Lois Pena.

La oposición considera necesario abrir un diálogo político para superar la situación de deterioro. José Manuel Chapela, portavoz del Partido Popular, contempla tres salidas posibles: el relevo de Lois Pena por un concejal socialista; un referéndum para que el vecindario se pronuncie sobre la continuidad o no del alcalde, y la disolución de la corporación, seguida de la convocatoria' de nuevas elecciones, de acuerdo con el artículo 61 de la ley de Régimen Local. "Esto no se puede resolver con medidas policiales o judiciales", dice Chapela, afirmación que comparten los otros grupos de oposición, Frente Popular Galego, Esquerda Galega e IU.

El alcalde finalizará sus vacaciones el día 31. La oposición espera que antes se produzca algún contacto con el secretario general de los socialistas gallegos, Antolín Sánchez Presedo. Mientras, el pasado día 22 una multitudinaria manifestación vecinal esgrimió como primera reivindicación la dimisión del alcalde. Nadie baja la guardia en Cangas.