_
_
_
_

España y Europa

Las relaciones de atracción mutua entre España y Europa no han acabado. Pero ¿quién seduce a quién? Apenas finaliza la presidencia madrileña del Consejo de Ministros de la CE, otro premio a su fervor europeo se ofrece a los españoles: la elección del presidente del Parlamento Europeo el día 25 se anuncia sin sorpresas. En efecto, el candidato del Grupo Socialista, Enrique Barón, tiene todas las posibilidades de vencer a sus oponentes, el liberal francés Giscard d'Estaing y el democristiano belga Tindemans. Un acuerdo entre socialistas y democristianos puede evitar fallos y constantes negociaciones y satisfacer a todo el mundo. El arte y buen hacer de los españoles en los temas comunitarios, su seriedad y espíritu político abierto -manifestado más claramente en Europa que en su propia casa- facilitarán dicho acuerdo. Como su camarada Felipe González, Barón pertenece a esa clase de jóvenes políticos audaces del posfranquismo. Son los nuevos señoritos, como los llaman maliciosamente en Madrid. Ante todo es un tecnócrata. Tras ocupar el Ministerio de Transportes y Turismo durante tres años, González le retiró del Gobierno para preparar la conquista del Parlamento Europeo. El restablecimiento del prestigio de España explica su voluntad de asumir esta presidencia. Pero también la idea que se ha hecho de la Europa del futuro y el temor a la lentitud de la integración en el resto de los países de la CE.

, 23 de julio

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_