_
_
_
_
_
Entrevista:PARLAMENTO EUROPEO

"Sin la Europa social no habrá mercado único"

Enrique Barón advierte que si no se refuerza el papel del Parlamento se puede producir un bloqueo legislativo de la CE

FÉLIX MONTEIRA Enrique Barón será elegido el martes presidente del Parlamento Europeo, porque el pacto con los democristianos permite romper «el cerco a una presidencia socialista" que, a su juicio, ha estado vigente hasta el momento. "Si no se hace la Europa social, no habrá mercado único", afirMa rotundo, pero su objetivo es conseguir un mayor papel institucional de la Cámara Europea porque si no, advierte, puede producirse "el bloqueo legislativo de la CE".

Más información
El triunfo del 'barón rojo'
Un pacto púrpura y rosa

Pregunta. ¿Qué siente al convertirse en el presidente más joven de la historia del Parlamento Europeo?Respuesta. Impone bastante, porque además en el caso de España es la primera posibilidad de superar los cargos que nos han correspondido en la CE por los tratados. La gente va a estar mucho más atenta, pero he tratado de asumir otros desafíos y éste me parece especialmente sugestivo.

P. ¿Qué decidió su candidatura?

R. Siempre es incómodo ponerse uno a sí mismo flores, pero tengo entendido que los líderes socialistas europeos valoraron que yo había hecho un papel bastante lucido en el año 87.

P. Pero en España usted era el segundo en la lista electoral y eso parece un cierto contrasentido del PSOE.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

R. A mí me parece que Fernando Morán, que fue el ministro de Exteriores que firmó el tratado de adhesión a la CE, es un cabeza de lista perfectamente digno. En todo caso, lo único que puedo decir, como los viejos castellanos, es que nadie es más que nadie.

P. El pacto con los democristianos asegura su elección, pero ¿qué más aporta?

R. No es exactamente una coalición, sino un trabajo en común que viene funcionando desde el momento de la construcción europea. El Acta Única exige mayoría para poder aprobar enmiendas a las directivas o leyes comunitarias y los dos grupos más numerosos necesitan sumar sus votos. Queremos, además, que tanto el grupo liberal como los comunistas y los ecologistas participen en esta mayoría.

Alternancia de mayorías

P. Pero el apoyo a un candidato socialista es casi una novedad.R. Hemos planteado un cambio en los criterios para la presidencia, porque hasta ahora se acudía a un sistema de gran derecha en que al grupo socialista se le cercaba utilizando incluso los votos de la extrema derecha. En este momento, reforzada la mayoría presidencial socialista, el único grupo que ha crecido, hemos propuesto una alternativa lógica desde el punto de vista democrático. El turno entre las dos mayores fuerzas permite romper un aislamiento injusto.

P. ¿Su sucesor será Leo Tindemans?

R. Puede ser, pero también Egon Klepsch parece que opta al cargo y, conociendo la capacidad política del grupo democristiano, no sé cuántos tapados puede haber más.

P. ¿Tiene ya escrito el discurso inaugural?

R. Lo estoy preparando, algo así como Europa como proyecto democrático. Sin embargo, hay que esperar al resultado, porque, por encima de los acuerdos, el voto es personal y secreto.

P. Parece que, tras la derrota en 1987 ante lord Plumb, está escaldado.

R. No, a mí lo del 87 me colocó en política europea. Creo que las carreras políticas no se hacen ganando siempre, sino también perdiendo de una manera digna.

P. El papel de la legislatura está claro: rematar el mercado único.

R. El Parlamento lo que tiene es una tarea constituyente importante. La Comunidad Europea es un animal político sin precedentes en la historia y le hace falta encajar de una manera democrática las Instituciones que existen. Tenemos que ser capaces de poner a punto un sistema democrático que nos permita funcionar hasta el final de la legislatura, pues el acuerdo de cooperación con la Comisión Europea y el Consejo de Ministros sólo llega hasta el 92. Además, se ha decidido dar un paso adelante con la unión económica y monetaria y ahí lo que se plantea es un problema político. No creo que la política monetaria tenga que ser gestionada únicamente por los técnicos.

P. Imagino que los Gobiernos van a ser reacios.

R. No conozco en la historia del parlamentarismo ningún caso donde se hayan reconocido de mano las funciones de legislación y control del Gobienro. Éste es un proceso muy dialéctico. También creo que los avances tienen que ir dentro de un equilibrio político entre los poderes ejecutivos y el Parlamento.

P. ¿Y cómo impedir que las decisiones las tomen sólo los Gobiernos?

R. Lo que no aceptamos es que lo que se vaya a hacer se haga sólo en una conferencia intergubernamental; queremos participar en eso. El Parlamento ha colaborado constructivamente a sacar adelante el Acta única y en este momento tiene los deberes al día. Si empiezan a plantearse problemas sobre el papel del Parlamento, nos podremos encontrar con una situación de bloqueo del proceso legislativo comunitario.

La Europa social

P. ¿Y las prioridades en el trabajo?R. Están muy claras y en eso el pacto de mayoría asegura que se va a realizar la tarea pendiente. Lo que hay que hacer es un gran mercado interior con la unión económica y monetaria. Este mercado interior es la cohesión, las bases de la Europa social y una política europea de medio ambiente.

P. Para usted como socialista, ¿la Carta Social es básica?

R. Aunque los socialistas hagamos de ello una bandera, no hay que olvidar que la dimensión básica de la Europa social es compartida por todos. Los conservadores británicos son la única fuerza política democrática -yo no hago referencia a los fascistas- que está en contra y eso explica su aislamiento. Sin la Europa social no habrá mercado único, eso está claro.

P. ¿La política europea colma todas sus aspiraciones?

R. Siempre he tenido una vocación cosmopolita. En 1963 tuve la oportunidad de poder estudiar en Francia y desde entonces he seguido muy de cerca la vida política europea.

P. Pero antes de ser eurodiputado...

R. Concentré mi actividad política en el frente interno, en España, porque creía que era lo más importante. Tanto en la clandestinidad como cuando fui diputado y responsable parlamentario del PSOE. Sin embargo, estaba conectado con la cultura y las inquietudes europeas, y a finales de los 70 y primeros de los 80 nos reuníamos un grupo de amigos, gente que luego ha hecho carrera en Europa. Uno de ellos era Jacques Delors.

P. ¿Y para España tiene un valor especial?

R. He comprobado estos días que la gente tiene una idea de competencia deportiva, de a ver si esta vez lo sacamos. Eso demuestra que España, con un rodaje muy corto en la CE, está dispuesta a jugar a fondo.

. P. ¿Le va a temblar el pulso a la hora de llamar al orden a Ruiz-Mateos?

R. El presidente tiene que aplicar el reglamento y hacer abstracción de quién formula la pregunta.

P. ¿Puede prosperar un informe sobre Rumasa?

R. Podría haber un informe de iniciativa, pero en principio no es una cuestión que forme parte de la política europea. Yo no le veo mucho sentido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_