El incremento 'real' del coste de la vida en Madrid duplicó entre 1986 y 1988 las cifras del IPC actual
El índice real de precios en la Comunidad de Madrid creció entre 1986 y 1988 el doble de lo señalado en las estadísticas oficiales. Según el índice de precios al consumo (IPC), el coste de la vida sólo ha arañado 5,1 pesetas de cada 100 ingresadas por los madrileños en ese período. Sin embargo, un estudio de los economistas Carmen Marcos (ex directora regional de Planificación) y Antonio Massieu revela que, si se repercuten en el IPC los aumentos estimados por las empresas y entidades que se mueven en el sector inmobiliario, 100 pesetas de 1986 sólo valen 88,1 en 1988.
La incorrecta aplicación del incremento de los costes de la vivienda al índice de precios regional origina esta seria divergencia entre el IPC real y el oficial, a juicio de los autores de un pormenorizado informe, publicado en el número 2 de la revista Economía y Sociedad, editada por la Consejería de Economía.Los cálculos (simulaciones estadísticas) efectuados por Marcos y Massieu en su estudio La evolución de los precios de la vivienda en Madrid. de la realidad al IPC, se basan en los datos recogidos por tres empresas privadas que se dedican al análisis del mercado inmobiliario -Datin, Tecnigrama y TCI-, y en los informes de tasación elaborados por el Banco Hipotecado de España (organismo dependiente del Instituto de Crédito Oficial) para la concesión de créditos.
La media de los incrementos calculados por cada una de estas cuatro entidades, arroja un crecimiento del precio de las viviendas de casi un 40%, entre 1986 y 1988. Un porcentaje que difiere radicalmente del 5,5% que aparece en los índices oficiales para el mismo concepto y período. El resultado de los cálculos de Marcos y Massieu, una vez repercutido en el índice General de Precios de Consumo, pone de manifiesto que el incremento real del coste de la vida en Madrid durante los últimos tres ejercicios ha sido un 11,9%. Cifra que duplica con holgura el 5,1% ofrecido como promedio del IPC entre 1986 y 1988 por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Poder adquisitivo
La magnitud de estas diferencias echa por tierra, en opinión de los autores, "la presunta recuperación de la retribución de los asalariados" en la Comunidad de Madrid. Los analistas muestran su sorpresa por la ausencia de un debate público sobre esta divergencia en los cálculos estadísticos del coste de la vida, y consideran que la especulación inmobiliaria es "tan conocida por los madrileños que resulta inexplicable que las distintas administraciones, y muy especialmente, la Administración central, no hayan creado mecanismos de intervención contundentes".A su juicio, el proceso especulativo ha provocado la expulsión de la población con menor capacidad de ahorro de las áreas centrales hacia zonas periféricas, y un encarecimiento de la vida de los madrileños, acompañado del reforzamiento de la segregación social.
Y todo ello, a pesar de que la mayor parte del suelo disponible está en manos de los ayuntamientos. El libro blanco sobre .política de suelo de la Consejería de Política Territorial, regida por Eduardo Mangada, critica también esta "escasa y descoordinada" actuación de los poderes públicos.
Los autores sostienen que el componente de vivienda en el IPC ha permanecido en Madrid .prácticamente insensible a las variaciones del mercado inmobiliado". La ponderación de este grupo dentro del IPC no es la causa última de esta infravaloración, sino las "deficiencias estadísticas en el sistema de elaboración, tanto en la muestra utilizada como en la propia toma de precios".
Especulación
Los autores destacan, además, que no es "casual" que el boom inmobiliario arranque poco después de que viera la luz el denomidado Decreto Boyer, en la segunda mitad de 1985. Decreto que permitió, a su juicio, que "aflorara el dinero negro, para encontrar un refugio idóneo en la adquisición de inmuebles".Carmen Marcos fue directora general de Planificación de la Comunidad hasta el pasado mes de enero, en que dimitió, y su marido, Antenio Massieu, es técnico en excedencia del servicio de estudios del Banco Hipotecario de España. Ambos pertenecen al Cuerpo de Estadísticos Facultativos y han abandonado temporalmente sus puestos en la Administración para ampliar estudios en la universidad norteamerica de Berkeley.
Un piso comprado en Madrid hace tres años por 10 millones de pesetas puede revenderse hoy por 28 millones de pesetas. Un estudio del economista José Manuel Naredo (ver EL PAÍS del pasado 16 de abril), ha puesto de relieve que el valor del patrimonio inmobiliario se ha multiplicado un 2,8% entre 1985 y 1988 en la Comunidad de Madrid, hasta alcanzar una cifra de 31 billones de pesetas.
La riqueza inmobiliaria se incrementó a un ritmo anual del 40% durante ese período en la región, pero los ingresos de los madrileños han mantenido un ritmo de aumento cuatro veces menor.
Entre las ciudades más caras
Por otra parte, distintos estudios internacionales sitúan a Madrid entre las ciudades más caras del mundo. Un informe elaborado por la European Commercial Property (ECPA), organización internacional formada por las más importantes consultoras inmobiliarias de Europa, situaba en 1988 a Madrid en décimo lugar entre las principales ciudades, en función del elevado coste de los alquileres de oficinas (4.000 pesetas mensuales por metro cuadrado) y locales comerciales (1.200.000 pesetas mensuales, como media).Según el informe internacional sobre precios y salarios elaborado en 1988 por la entidad financiera Unión de Bancos Suizos, Madrid ocupa el puesto número 16 entre las ciudades más caras del mundo, por delante de París y Milán. A la capital de España se le asigna un índice 77,3 en comparación con el nivel de precios de la ciudad suiza de Zúrich (índice 100). La metrópoli más cara, según este informe, sería Tokio con un índice 158,6.
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