Figueroa contradice a Duran acerca del supuesto intento de compra de votos

Juan Figueroa, dirigente del Partido Regional Independiente Madrileño (PRIM), compareció ayer en calidad de testigo ante la titular del juzgado número 20 de instrucción de Madrid, Felisa Atienza. Esta juez investiga el presunto intento de compra del voto del diputado autonómico madrileño de Izquierda Unida Miguel Ángel Olmos por parte del empresario Gustavo Durán para que triunfase la moción de censura presentada por el PP y el CDS contra el presidente socialista, Joaquín Leguina.Figueroa negó ayer que conociese a Olmos y que hubiese facilitado su teléfono a Durán. "Fue al revés", indicó, "Durán me dijo que tenía el teléfono de Olmos". Durán, sin embargo, declaró ante esta juez que los telefónos de Olmos se los facilitó Figueroa.

La abogada de Olmos, Cristina Almeida, solicitó la comparecencia de Figueroa debido a la conversación que éste tuvo con Durán -que el primero grabó y cuyo contenido reprodujo EL PAÍS-, en la que el empresario preguntaba al primero sobre la posibilidad de sobornar a Olmos -y al diputado del PRIM, Nicolás Piñeiro- para que votase a favor de la moción de censura contra el Gobierno de Joaquín Leguina. Olmos, consideró positiva esta declaración de Figueroa, dado que implicaba más directamente a Durán.

La juez le preguntó a Figueroa si en ese intento de soborno, "Durán actuaba motu proprio o iba enviado por alguien", a lo que este dirigente del PRIM dijo haber declarado: "A lo largo de la conversación que tuvimos dijo que iba en nombre de una opción política concreta [el Partido Popular y varios de sus dirigentes, incluido Manuel Fraga], que está recogida en la conversación". Figueroa informó que la juez no le había reclamado la cinta en la que grabó esta conversación, de la que aseguró no guardar copia, pero ratificó lo difundido en Prensa sobre ella.

Almeida ha reclamado un careo entre Olmos y Durán. Olmos consideró poco riguroso que el PP se haya "autoinvestigado" y se preguntó cómo no se han querellado contra Durán ni Fraga ni las industrias constructoras que aquél aseguró que le apoyaban en el intento de compra.