Dos nuevas ejecuciones de manifestantes chinos a favor de la democracia
Dos manifestantes chinos acusados de haber participado en las recientes protestas en favor de la democracia en China fueron ejecutados el pasado sábado en Chengdu, capital de Sichuan, al suroeste del país, según anunció el diario de esta provincia recibido ayer en Pekín. Wang Guiyan y Zhou Xiangcheng fueron condenados a muerte el pasado 1 de julio por un tribunal de primera instancia por haber saqueado y causado incendios en los días anteriores a la violenta represión de Tiananmen, según el Diario de Sichuan.
Los dos jóvenes participaron en disturbios anteriores a la cruenta represión de las protestas estudiantiles en Pekín, el pasado 4 de julio. Además de ellos, han sido juzgados otras cinco personas: He Qiang, condenado a muerte con un plazo de revisión de dos años, Xiao Bing, condenado a 10 años de cárcel por haber hecho declaraciones a los periodistas extranjeros y otros tres jóvenes condenados a cadena perpetua.Con estas ejecuciones son ya 29 las personas que, según informaciones oficiales, han sido ejecutadas por participar en las protestas populares en Pekín y otras ciudades chinas contra el Gobierno, iniciadas el pasado mes de abril.
El Gobierno chino, por otro lado, solicitó ayer a las autoridades francesas que prohíban "inmediatamente" al dirigente estudiantil Wuer Kaixi, refugiado en suelo francés con Yan Jiaqi, ex consejero de Zhao Ziyang, toda actividad política hostil al poder de Pekín. "Wuer Kaixi y Yan Jiaqi son criminales buscados por la policía por haber inspirado y organizado la rebelión contrarrevolucionaria en Pekín", declaró Li Jinhua, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
"El hecho de que Francia haya autorizado" la presencia de estos dirigentes estudiantiles en su territorio y "llevar a cabo abiertamente actividades subversivas" contra el Gobierno chino constituye una "violación flagrante" de las "leyes internacionales y una grave injerencia" en los asuntos internos de la República Popular China.
El Ministerio de Asuntos Exteriores admitió ayer, por otro lado, que varios diplomáticos chinos pidieron asilo en sus países de destino por estar disconformes con la matanza de Pekín del pasado mes de junio. Li Jinhua indicó que un "pequeño número de funcionarios chinos" en las embajadas del extranjero abandonó su puesto "porque están lejos, no saben la verdad y fueron instigados maliciosamente".
Por otro lado, al menos 367 personas murieron en las recientes inundaciones en la provincia de Sichuan, según el Diario del Pueblo. Las torrenciales lluvias caídas en 86 distritos de esta provincia causaron también deslizamientos de tierras, derrumbaron casas, inundaron grandes superficies de campos de cultivo e interrumpieron las comunicaciones y los transportes.
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