'Tormentas' veraniegas
EL PAÍS, Las obras salpican el asfalto madrileño casi con la misma puntualidad que las tormentas veraniegas. Telefónica, Gas Madrid y el propio Ayuntamiento aprovechan el éxodo vacacional de una parte de los madrileños para castigar a los vecinos que se quedan con una surtida colección de actuaciones en la vía pública.
El Partido Popular y el CDS criticaron el año pasado la falta de previsión del anterior equipo de gobierno a la hora de destripar el callejero de la ciudad. Apenas han cambiado las cosas este verano. Mientras el nuevo concejal de Obras Públicas, Enrique Villoria, afirma que se debe crear un departamento para centralizar estas obras, las zanjas siguen surgiendo por doquier o avanzan a paso de tortuga.
Las obras en superficie mantienen cerradas total o parcialmente al tráfico vías tan importantes como Alberto Aguilera, Raimundo Fernández Villaverde, Amaniel o el paseo de Recoletos.
Casi todas las calles del barrio de Conde Duque tienen una señal de prohibido mientras dura la renovación de toda la red de canalizaciones subterráneas. Las calles del General Ricardos y de Federico Rubio y Galí también sufren cortes.
Otras obras importantes, que arrancan de tiempo atrás, son las de los aparcamientos de residentes de San Juan de la Cruz y Pintor Rosales. La calle del General Álvarez de Castro sigue cerrada al tráfico mientras se decide si se sigue adelante con el estacionamiento subterráneo. La construcción del segundo aparcamiento para residentes de Pablo Iglesias ha puesto la puntilla a una calle interrumpida en tres puntos por las obras.
El lunes comenzaron también las obras de pavimentación en el distrito de Chamartín. Las calles del Doctor Arce y de Alfonso XIII han sido las primeras.
Entre julio y agosto está previsto sustituir la mediana y reasfaltar la calzada de la carretera de Barcelona, entre los kilómetros 3 y 12. Estas obras obligarán a cortar algunos carriles de entrada y salida de Madrid.
