Mary Wigman, el órgano y el cine mudo

M. M., Alwin Nikolais, el artista de Connecticut, que comenzó tocando el órgano acompañando películas mudas de la época, fue escenógrafo, actor y compositor musical antes de que en 1937, decidiera estudiar danza, "maravillado por la actuación de la bailarina alemana Mary Wigman". "Fue después de volver de la II Guerra Mundial cuando decidí hacer algo nuevo y abandonar el psicodramatismo que imperaba en la danza de aquellos años. Para mí el baile es una mezcla de artes visuales -los colores de la pintura y la tridimensionalidad de la escultura- y un nuevo tipo de música", añade.

Desde que en 1968 Nikolais triunfara en París, la compañía no ha dejado de viajar. "Estamos de gira unas 40 semanas al año, pero aun así no estoy cansado. La gente se jubila en sus trabajos, sin embargo, el baile para mí es toda mi vida, no pienso retirarme", dice con aire jovial mientras supervisa los últimos detalles.

"Estoy escribiendo mi autobiografía y un libro sobre teoría de la danza", comenta Nikolais. En cuanto a sus actividades culinarias, dice atreverse con todo, "algunas cosas me salen muy bien, y otras realmente horribles, como me pasa con la paella, pero me gusta intentarlo".