El déficit por cuenta corriente alcanzará este año los 10.000 millones de dólares y empeorará hasta 1992
El déficit comercial, que mide la cuantía en la que las importaciones superan a las exportaciones, será este año de casi tres billones de pesetas, lo que equivale a un 6% del producto interior bruto (PIB). El déficit por cuenta corriente, que incluye además la evolución de servicios y transferencias, será del 2,8% del PIB, lo que equivale a 10.000 millones de dólares, según los cálculos de la Secretaría de Estado de Comercio, que ha realizado un estudio de la evolución del desequilibrio exterior de aquí a 1992 con tres escenarios posibles. El más pesimista, que supone un ritmo de deterioro como el experimentado en los cinco primeros meses del año, supondría terminar 1992 con un déficit por cuenta corriente del 16,2% del PIB.
"La evolución del déficit comercial y del déficit por cuenta corriente son preocupantes y no pueden mantenerse indefinidamente" comentó ayer el secretario de Estado de Comercio, Apolonio Ruiz Ligero, en la inauguración del curso El sector exterior en el umbral de los años noventa organizado por la Universidad Complutense en El Escorial. El problema, añadió Ruiz Ligero, "es averiguar cuál es el margen de maniobra y cuantificar en qué medida puede mantenerse este deterioro antes de que sea necesario tomar medidas drásticas".Con el objetivo de cuantificar los límites en los que el déficit es aún soportable, la Secretaría de Estado de Comercio ha elaborado un estudio de su evolución bajo tres hipótesis o escenaríos, que suponen una tasa de crecimiento anual del PIB del 4%, unas entradas de capital a largo plazo de 5.000 millones de dólares por año y un tipo de cambio medio frente al dólar de 116 pesetas.
Menos del 3%
El escenario pesimista es una mera extrapolación de la evolución de importaciones y exportaciones durante los cinco primeros meses del año y, de mantenerse, nos llevaría a terminar este año con un déficit por cuenta corriente del 4,4% del PIB, cuando las previsiones del Gobierno lo sitúan en el 2,6%, es decir, unos 9.000 millones de dólares, mientras que el déficit comercial rondaría los 2,9 billones de pesetas. Estas previsiones, sin embargo, son aún más optimistas que el escenario calificado como realista por Ruiz Ligero. Según esta segunda hipótesis, que supone un crecimiento nominal de exportaciones e importaciones del 10% y el 18%, respectivamente, el déficit por cuenta corriente será este año de 10.000 millones de dólares, lo que equivale al 2,8% del PIB.
Con todo, según declaró ayer el secretario de Estado, cualquier cifra por debajo del 3% sería bienvenida. La hipótesis realista viene a coincidir, según Ruiz Ligero, con las previsiones del Gobierno. Para el próximo año, plantea un déficit por cuenta corriente del 4,3%, aunque cualquier cifra por encima del 3% es, según el Gobierno, preocupante. Aún así, ese 4,3% o17.000 míllones de dólares sería, en opinión del secretario de Estado, soportable ya que equivale al 40% de los 43.000 millones de dólares de reservas de divisas acumuladas hasta ahora.El ritmo de crecimiento nominal de exportaciones e importaciones del escenario optimista, un 12% y un 15% respectivamente, es, precisamente el ritmo esperado por el Gobierno para el segundo semestre del año y el que permitiría corregir, hasta el 2,6%, el déficit por cuenta corriente. Si este escenario se mantiene durante el próximo año, el desequilibrio por cuenta corriente se situaría en el 2,5%. El problema es que 1990 será "un año malo para la economía española". "Es previsible que el proceso inversor español empiece a notar un natural cansancio y se acuse cierto agotamiento en el ritmo de crerimiento de nuestra economía". En opinión del secretario de Estado, "esta situación puede provocar una aceleración de los desequilibrios de nuestra economía". En este contexto, dijo, se encuadran las medidas de política económica tomadas el viernes, que intentan asegurar un aterrizaje suave en lugar de an parón brusco".
La seguridad de que el Gobierno tomará medidas para controlar el desequilibrio exterior es la mejor garantía, comentó Ruiz Ligero, de que no llegará a alcanzarse un nivel de desequilibrio como el que estima el escenario pesimista.
Claro que de no tomarse esas medidas, o de resultar inefectivas, un ritmo de crecimiento de las importaciones de bienes y servicios como el que se ha mentenido en los primeros cinco meses del año (un 25,5% nominal) con unas exportaciones muy a la zaga (con un crecimiento nominal del 8,7%) provocaría un déficit por cuenta corriente del 16,2% del PIB en 1992. "Una cifra impensable con la que no podríamos integrarnos en el mercado único".
Con el objetivo de reducir el déficit comercial, se acentuarán las medidas que facilitan la exportación. En este sentido, el próximo presupuesto abaratará las primas del seguro de crédito a la exportación a la vez que reducirá el período de tiempo desde que la empresa exportadora declara el siniestro hasta el cobro efectivo del dinero.
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