El Gobierno retirará 500.000 millones del mercado, en el más severo ajuste económico desde 1984

El Gobierno adoptó ayer un amplio paquete de medidas financieras, monetarias y fiscales que supondrá detraer de¡ dinero en circulación medio billón de pesetas. El objetivo es provocar un aterrizaje suave de la economía española para que no crezca más del 4% o el 4,5%, y así rebajar la inflación y reducir el déficit exterior con un efecto mínimo en el empleo. Las medidas consisten en una elevación en un punto del coeficiente de caja, el aumento de las retenciones de las rentas del capital hasta el 25%, el sometimiento a coeficientes y rentenciones las cesiones de créditos y las cuentas financieras y la desaparición de las actuales pólizas de seguro con prima única.

Se trata del pan de ajuste de mayor envergadura adoptado en España desde la última crisis económica (1984). Sin embargo, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, negó que ello represente una recesión económica inducida ni un plan de estabilización. Se trata, explicó, de poner a la economía en su sitio para que "en unos años cruciales, marca dos por el objetivo del mercado único europeo, el crecimiento económico esté asegurado". Añadió que una política de stop and go (parar y andar) "sólo conduce a procesos dolorosos, ineficientes y problemáticos".A pesar de la amplitud de las medidas adoptadas, el Gobierno no descarta nuevas actuaciones si no se consigue la moderación salarial. Solchaga se preguntó si serán imprescindibles "medidas más drásticas" si los salarios no reducen su crecimiento, y se res pondió a sí mismo diciendo: "Lo veremos". Pero en lo relativo a la concertación social, el ministro dio por cerrado el ofrecimiento de los últimos días, dada la respuesta de los sindicatos.

En relación con las medidas económicas, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, de nunció ayer en Madrid -antes de conocer las declaraciones de Solchaga- que el Gobierno ha endurecido su actuación tras los resultados de las elecciones europeas.

Las medidas adoptadas ayer dan de lleno en el corazón del sis tema financiero, ya que suponen esterilizar buena parte de los recursos que manejan bancos y cajas y, por otro lado, aumentar el control fiscal sobre una serie de activos que han aparecido en los últimos años y que han eludido tanto los coeficientes como las retenciones.

El Gobierno pretende así que las medidas de restricción monetaria tengan un verdadero efecto en los tipos de interés que las entidades financieras cobran a sus clientes por los préstamos, y, en consecuencia, sobre el consumo privado. Hasta ahora, una buena cantidad de dinero a través de cesiones créditos, cuentas financieras respaldadas por letras del Tesoro y pólizas de seguro con prima única ha eludido coeficientes. Ello ha permitido al sector financiero absorber las subidas de tipos de interés marcadas por el Banco de España sin trasladarlas a sus operaciones de activo. También se pretende poner cerco al dinero negro sometiendo a retenciones estos productos financieros, como forma de curarse en salud ante las tentaciones de evasión fiscal.

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