"He nacido de nuevo en Jerusalén", dice la estudiante Silvia Martínez

VÍCTOR CYGIELMAN / EFE, La universitaria española Silvia Martínez, herida el jueves en el atentado palestino contra un autobús israelí en la carretera de Tel Aviv a Jerusalén, ha declarado: "He nacido de nuevo, y mi salvación ha sido un milagro". La joven se encuentra internada en el departamento de otorrinolaringología del hospital universitario Hadassah.

El atentado contra el autobús con 50 pasajeros a bordo, que costó la vida a 14 israelíes, fue reivindicado ayer por la Yihad Islámica en Palestina, uno de los principales grupos islámicos en los territorios ocupados. Después del funeral en Jerusalén de una de las víctimas, extremistas israelíes de derecha atacaron un vehículo árabe con piedras.La estudiante de la facultad de Lenguas Semíticas de la universidad de Barcelona, fue sometida a 200 soturas en el pómulo y el parietal izquierdo, y a una intervención quirúrgica en el cuello, pese a lo cual declaró: "Me siento, afortunadamente, muy bien". También sufrió algunas magulladuras superficiales en las piernas y una herida en la rodilla de la pierna derecha, pero no tiene fracturas internas.

Silvia comentó: "Lo único que recuerdo es que, de pronto, el autobús caía al terraplén y que me veía postrada en la tierra. Estaba sentada en la segunda fila de asientos, y no vi al hombre que desvió el volante al conductor. Estaba dormida". Silvia, que viajaba por segunda vez a Israel, donde estudió la lengua hebrea en un "kibutz", visitaba a un amigo de Barcelona que estudia en la universidad Hebrea. Los médicos calculan que en dos semanas la paciente será dada de alta y podrá regresar a España.

Menos democracia

Por otro lado, un israelí de cada dos cree que su país debería ser menos democrático. Este es el sorprendente resultado de una encuesta realizada el pasado mes de junio por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Tel Aviv, según la cual el 46% de la población israelí considera que su país es "demasiado democrático". En un sondeo similar realizado hace dos años en Israel, antes del estallido de la intifada, sólo el 36% de los encuestados se quejaba de la democracia .exagerada" de su país.

Los sociólogos que analizaron los resultados de la encuesta efectuada hace dos años, ya se asustaron al comprobar que una tercera parte de los israelíes desearían limitar el ejercicio de los derechos democráticos, es decir, sus propios derechos, en beneficio de un poder más autoritario.

El balance del sondeo de este año indica que el deslizamiento hacia la derecha en Israel se ha acelerado todavía más con el estallido de la revuelta palestina. En este sentido la respuesta a la pregunta "¿Es necesario endurecer o, disminuir la represión en los territorios ocupados?", el 74% de los israelíes han contestado "endurecer la represión".

Este hecho no debe sorprender si se tiene en cuenta la situación actual, marcada por la creciente influencia de la derecha nacionalista, impulsada por Ariel Sharon y otros dirigentes ultras presentes en el Parlamento y en el Gobierno, que se hallan respaldados por los jefes nacionalistas religiosos.