También esta vez se suspendió
Dos horas después de su inicio, cuajado de enfrentamientos entre grupos de mozos y de insultos y agresiones a concejales del Ayuntamiento, el popular acto cívico-religioso denominado Riau-riau fue suspendido por decisión del alcalde de Pamplona, Javier Chourraut, como ha venido ocurriendo los últimos años. A las 19.27 horas la banda de música La pamplonesa dejó de tocar e inició su retirada hacia el punto del que había salido dos horas antes.Desde el principio los enfrentamientos verbales y físicos entre numerosos grupos de mozos que obstaculizaban la salida de la corporación y quienes pretendían avanzar a través del recorrido, originó múltiples escenas de agresiones en las que los peor parados resultaron ser los propios músicos de la banda, los concejales y los policías municipales encargados de velar por su seguridad, a algunos de los cuales sólo les quedaban los pantalones del uniforme tras finalizar la continua batalla campal que año tras año define el riau-riau.
La concejala del Partido Popular María Teresa Gracia fue empujada en una de las peleas, cayó al suelo y abandonó a continuación la comitiva. Otros concejales decidieron retirarse paulatinamente hasta que al final quedaron tan sólo media docena de corporativos junto a la banda de música, cuyo director, Ricardo García Cerdá, declaró que jamás regresará al riau-riau.
El alcalde de Pamplona, sin embargo, consiguió llegar a la iglesia de San Lorenzo, meta del riau-riau, para asistir a las Vísperas religiosas, aunque tuvo que utilizar la protección de numerosos policías municipales y de un nutrido grupo de mozos para alcanzar la iglesia por el recorrido previamente marcado.
Algunos corporativos insistieron en denunciar la actitud "gamberra y solamente violenta" de pequeños grupos de personas empeñadas en impedir lo que este año se había acariciado como un deseo multipartidario -ha habido una intensa campaña-, dar fin al riau-riau por primera vez en los últimos años sin violencia, algo que no pudo ser.