La Convención Europea por el Desarme Nuclear se reúne por primera vez en España

España va a acoger por primera vez, desde el próximo jueves, una edición de la Convención Europea por el Desarme Nuclear. Este foro de debate y reflexión del movimiento pacifista surgió al principio de la década de los ochenta, alentado por los movimientos de oposición al despliegue de los euromisiles.La Convención se reúne este año en Vitoria, del 6 al 9 de julio. Aproximadamente 1.500 personas participarán en las jornadas, en muchos casos como representantes de organizaciones políticas, religiosas, sindicales, feministas o culturales.

El premio Nobel de la Paz, Andrei Sajarov; el candidato a la presidencia de México, Cuauhtémoc Cárdenas; May Britt Therorin, embajador especial de Suecia para el desarme, y senadores del sindicato polaco Solidaridad son algunas de las personalidades que han aceptado la invitación de los organizadores. El comité preparador español está integrado por la campaña Bases Fuera, a la que pertenecen las formaciones políticas de Izquierda Unida más CC OO y CNT, Euskadiko Ezkerra y el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad.

El origen de este movimiento pacifista es el llamamiento sobre los peligros de la nuclearización de Europa dirigido en abril de 1980 a la opinión pública por la Fundación Rusell. Desde la primera edición de Bruselas, en 1982, la Convención se ha reunido cada año en un país distinto. Los cambios en la situación del continente, los acuerdos para la retirada de los euromisiles y el progreso de la distensión entre los dos grandes bloques han propiciado una ampliación de los objetivos iníciales. En los últimos años, la Convención ha acentuado su apertura hacia ámbitos geográficos distintos a Europa y ha concedido mayor importancia a los problemas de los países en vías de desarrollo.

La convocatoria de este año se realiza en torno a 1as dimensiones globales de la paz". La cuestión central de los debates será "desarme para el desarrollo". El llamamiento a los participantes reclama una aplicación del concepto de "seguridad común" no restringida a las relaciones Este-Oeste y apuesta por su extensión a las relaciones Norte-Sur. El Mediterráneo, asegura el texto, es un marco idóneo para este nuevo modelo de seguridad, mediante la implicación de todos los países ribereños.