El Consejo de Ministros debate hoy aumentar el precio de la gasolina en torno a cinco pesetas

El Consejo de Ministros debate hoy el aumento en el precio de la gasolina, que subirá cinco pesetas en el caso de la súper y entre cinco y seis pesetas para la normal, según afirmó ayer un portavoz oficial. Esta subida del precio de los carburantes no tiene como objetivo prioritario el aumento de la recaudación, sino una reducción del consumo. En la misma línea, el Ministerio de Economía y el Banco de España ultiman una compleja serie de medidas económicas con el objetivo de contener el crecimiento de la demanda interina. Entre ellas destaca la elevación de las retenciones en el IRPF.

El nuevo paquete de medidas que intentará frenar el fuerte crecimiento del consumo y la demanda se discutirá en un próximo consejo de ministros. Serán normas que tendrán rango de decreto-ley y de decreto y, entre ellas, destaca la elevación de las retenciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas. Esa elevación será más fuerte para los profesionales y los empresarios, cuyas retenciones pueden pasar del 10% actual hasta un 20%.Tanto la subida del precio de los carburantes como el paquete de medidas, especialmente fiscales pero que también tendrán algún componente monetario, forman parte de una nueva vuelta de tuerca con la que se intenta frenar el excesivo crecimiento de la demanda interna y del consumo.

La más esperada

Una de las más esperadas desde todos los sectores, y no sólo por su impacto sobre los gastos del período vacacional, es precisamente la subida del precio de los carburantes que hoy analiza el Consejo de Ministros.

El aumento del precio de la gasolina, según han manifestado fuentes oficiales, no tendría como principal objetivo el aumento de la recaudación, sino que se intentaría "no subvencionar" los carburantes, y frenar el ascenso de la demanda interna. Con ese mismo fin, a esta medida, comentada desde que el dólar y el petróleo comenzaran una carrera alcista por relevos, le seguirá la puesta en marcha del nuevo paquete económico.

El paquete de medidas complementarias que estudia el Ministerio de Economía seguirá la misma línea de las adoptadas en los últimos meses con este mismo objetivo de freno pero que no han conseguido parar el fuerte ritmo de crecimiento de la economía española durante los últimos meses. Ahora mismo, el fuerte tirón de la demanda no puede ser absorbido en su totalidad por un aumento en el PIB, por lo que acaba trasladándose a mayores importaciones, agravando el déficit comercial, y a la temida inflación.

Esta situación no es nueva, y durante todo este año el Gobierno ha adoptado una serie de instrumentos de política económica para contener ese crecimiento. Los efectos de la última de ellas, la elevación de las retenciones a cuenta en el impuesto sobre sociedades, aún no han podido notarse. Esto es una muestra, según han manifestado fuentes de Economía, de que los objetivos de la política económica no han variado, pero que si se observa que no ceden las tensiones conviene insistir en la misma línea y eso es, precisamente, lo que se plantea ahora el Gobierno.

Las medidas de corte fiscal pondrán un énfasis especial en la contención del consumo, pero intentando que ello no suponga un potencial aumento de la inflación. Este objetivo de contención de inflación es indispensable tras la entrada de la peseta en el SME y deberá incluso contrarrestar los posibles efectos inflacionistas de la subida del precio de carburantes que puede decidirse hoy.

El acento en la política fiscal es un efecto inmediato de la incorporación de España al SME, ya que la disciplina cambiaria reduce el campo de actuación de la política monetaria. En cualquier caso, el paquete que ultima el Gobierno incluirá algún instrumento de corte monetario, con la ventaja de que la subida de tipos de interés realizada ayer por el Bundesbank amplía las posibilidades de actuación en ese campo sin poner en peligro la banda del 6% en el tipo de cambio.