Los madrileños madrugaron para evitar los atascos en la última jornada de la 'cumbre' europea

EL PAÍS, La incidencia de la celebración de la cumbre europea en la circulación rodada de Madrid fue ayer mucho menor a la registrada el lunes. Según los servicios municipales de Tráfico, los conductores madrugaron un poco para sortear los cortes de circulación producidos al paso de las autoridades comunitarias. Entre las siete y las ocho de la mañana la densidad de tráfico creció en el centro de la ciudad un 6% sobre la media habitual. Entre las ocho y las nueve el flujo de automóviles se redujo un 5%.

La utilización de vías alternativas y el deseo de los conductores de llegar a sus destinos antes de que se iniciara el baile de vehículos oficiales hasta el Palacio de Congresos no impidió que se registraran retenciones en la calle de Bravo Murillo y en el paso inferior de la plaza de la República Argentina.

El paseo de la Castellana permaneció cortado al tráfico durante 20 minutos -hasta las diez de la mañana-, al infundir sospechas un automóvil mal estacionado en las inmediaciones del Ministerio para las Administraciones Públicas. Un equipo de artificieros comprobé que no contenía explosivo alguno.

A su vez, la Dirección General de Tráfico (DGT) destacó que en las principales vías de acceso a Madrid la normalidad fue la tónica general, con mayores aglomeraciones de automóviles en las carreteras de Toledo, Extremadura y La Coruña.

Sin embargo, a partir del mediodía el tráfico fue muy intenso y con retenciones en los carriles de salida de la carretera de Barcelona. La Guardia Civil acotó, entre las trece y las dieciocho horas un pasillo exclusivo para que los líderes de la CE pudieran llegar a Barajas. El tráfico fue muy difícil entre la calle de Cartagena y el aeródromo, inicio y final del pasillo. La circulación fue lenta y con largas retenciones esporádicas en la avenida de América, María de Molina y la incorporación a la N-II desde la M-30.

"Mínimas molestias"

La delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, reiteró ayer las disculpas del ministro del Interior, José Luis Corcuera, a los madrileños por los problemas en el tráfico, y subrayó que se había conseguido en la cumbre "un nivel de máxima seguridad con mínimas molestias". A su juicio, este acontecimiento "tan trascendental para la historia europea que se ha desarrollado en Madrid ha tenido unas repercusiones mínimas".