Impulso a la construcción del mercado único
El trabajo de los seis meses tiene un importante reflejo en el impulso que la presidencia española ha dado a la construcción del mercado único con la aprobación de 33 directivas y cinco reglamentos. Entre las decisiones más importantes destacan la posición común sobre la televisión sin fronteras, la decisión sobre los recursos que las empresas pueden presentar contra la asignación de contratos públicos y la ratificación de la liberalización de las obras públicas.
Los fallos en este campo son el miedo a encarar la liberalización de los sectores de telecomunicación, electricidad y abastecimiento de aguas, entre otras cosas porque España es uno de los países menos interesados en abrir la libre competencia en estos sectores protegidos. Tampoco se ha conseguido garantizar el derecho de estudiantes y jubilados a elegir su residencia en cualquier país de la CE.
Bancos y fiscalidad
En el campo financiero, el desarrollo del Acta Única se concreta en el acuerdo político sobre la libre instalación bancaria, aunque será la presidencia francesa la que heredará la vía libre a esta directiva clave, la prohibición del uso de información confidencial para lucrarse de operaciones en bolsa y el coeficiente de solvencia bancaria. Sin embargo, el ministro Solchaga no ha logrado llevar a buen puerto el compromiso de resolver el espinoso asunto de la fiscalidad sobre el ahorro.
En medio ambiente, España ha luchado a contrapelo contra sus propias prioridades como país a la hora de aprobar la medidas anticontaminación de los coches de pequeña cilindrada. A la adaptación al ritmo político de los tiempos responden tanto los compromisos para luchar contra las amenazas del efecto invernadero y del agujero en la capa de ozono. El ministro Cosculluela fracasó, sin embargo, en el empeño de sacar adelante el plan contra la desertización en el área mediterránea de la CE.
La fórmula para eliminar abusos de la banca en los créditos al consumo, el programa Lingua de enseñanza de idiomas, la declaración sobre la televisión de alta definición, las directivas sobre seguridad e higiene en el trabajo, la política forestal y los precios agrarios son otros éxitos de gestión. Pero en el campo de la cooperación política y de la política exterior de la CE es donde los esfuerzos han sido acaso más vistosos. Destacan el mandato de negociación para el acuerdo con la URSS, la apertura cultural a Hungría y Polonia, el acuerdo en el GATT sobre la ronda de Uruguay, el apaciguamiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, la asociación con la EFTA y el plan de ayuda y de respaldo político a Centroamérica.
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