La jefatura del PC checoslovaco arremete contra Varsovia y Budapest
El máximo dirigente del Partido Comunista Checoslovaco (PCCh), Milos Jakes, ha criticado abiertamente a Hungría y Polonia por sus políticas reformistas, que fomentan las aspiraciones democratizadoras de la población checoslovaca y crean inseguridad en el propio partido comunista.El jefe del partido comunista advirtió también que bajo su dirección no se tolerará oposición alguna en Checoslovaquia y que no tiene intención alguna de entablar un diálogo con las fuerzas no comunistas, como ha sucedido en Budapest y Varsovia.
"La inmensa mayoría de la población exige dureza contra los elementos antisocialistas", manifestó Jakes, y advirtió que se continuará reprimiendo a lo que calificó de "estructuras eclesiásticas ilegales".
Las autoridades checoslovacas, que han aplaudido la sangrienta represión del movimiento estudiantil en Pekín como una victoria frente a la contrarrevolución en China, advierten claramente que están decididas a utilizar la fuerza contra aquellos que pidan una liberalización semejante a la polaca o la húngara.
Según se acerca la fecha del 21 de agosto, aniversario de la invasión de las fuerzas del Pacto de Varsovia y del aplastamiento de la primavera de Praga, y con la profundización de las reformas en los dos países vecinos, Praga muestra crecientes síntomas de nerviosismo. "Con Imre Nagy se entierra el socialismo", señalaba hace días un diario checoslovaco criticando el homenaje al líder húngaro ejecutado en 1958.
Riesgo de contagio
Por primera vez, Jakes reconoció ante el Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco que "los temores por la evolución en Hungría y Polonia, con graves cambios en la posición del partido en la sociedad, están teniendo su efecto" entre los comunistas checoslovacos. "Estamos viendo", señaló, "que algunos miembros del partido están preocupados por la evolución futura, lo que provoca indecisión e inactividad". Ante un pleno del comité central esta semana, en el que se produjeron algunos cambios, Jakes prometió apoyo a los partidos comunistas de Hungría y Polonia en su renovación, pero advirtió que "lo fundamental es que esté garantizado que el partido, motor de los cambios, no pierda el control".El comité central del Partido Comunista Checoslovaco nombró nuevos secretarios a Ivan Knotek, hasta ahora jefe del Gobierno eslovaco, y a Miroslav Zajic, jefe de la sección agrícola del partido. Knotek sucede a Jozef Lenart, que queda como secretario del comité central para las relaciones internacionales. El nuevo jefe del Gobierno eslovaco es el viceprimerministro checoslovaco, Pavel Hvrinak.
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