La mitad de los españoles que viven en zonas urbanas están dispuestos a abonarse a la televisión por cable
Entre el 30% y el 50% de los habitantes de las 63 ciudades españolas que cuentan con más de 25.000 hogares están interesados en abonarse a los servicios de la televisión por cable, según estudios realizados por Telefónica y otras empresas para cablear distintas ciudades. El fuerte desarrollo del cable en otros países contrasta con la situación española, que se debate entre la picaresca y el negocio boyante. Los potenciales abonados españoles al cable estarían dispuestos a pagar una cuota mensual de no más de 2.000 pesetas -máximo canon que se paga ahora- con tal de recibir a cambio unos 40 canales de televisión y vídeo.
Los operadores y distribuidores de cable españoles no se van a dejar seducir, sin embargo, por estas prometedoras previsiones, de acuerdo con lo expresado en un seminario celebrado recientemente en la universidad de la Sorbona, de París, sobre la apuesta de las nuevas televisiones en España. Temen que, como sucedió en Francia hace dos años, el optimismo inicial se venga abajo cuando aumenten los canales gratuitos y se pase de la actual oferta de tres canales de televisión a poder ver como mínimo seis canales y de forma gratuita a finales de año.Ante la falta de una legislación específica sobre el cable se han multiplicado pequeñas empresas de servicios de televisión que operan generalmente en malas condiciones técnicas: son las casi 3.000 instalaciones de vídeo comunitario, que tienen una cobertura de 1,5 millones de hogares, y las casi 100 empresas de operadores de cable que existen o se preparan.
Como ejemplo de demanda de servicios televisivos se ha puesto en la Sorbona la emisora Teleelx, que se ha convertido en el primer medio de comunicación de Elche, con 80 personas en plantilla, 17.000 abonados.
Telefónica no va a quedarse al margen de esta carrera por el cable, "negocio arriesgado pero también muy atractivo". Lo ha dicho Luis Urqui, director de planificación de servicios de esta compañía, a pesar del "absoluto fracaso" que supuso su primera instalación de cable en Madrid y Barcelona en 1975, que se desmontó el año pasado sin haber sido utilizada. Telefónica tampoco ha desechado su participación en el proyecto, Barcelona Cable, en el que están embarcados desde 1987 el Ayuntamiento de Barcelona y algunas empresas nacionales y extranjeras.
Vídeo, voz y datos
"Este mismo mes, Telefónica presentará una nueva oferta de participación. Hasta ahora, el problema mayor era que no salían las cuentas", ha señalado el directivo de Telefónica. También desea continuar unida al proyecto de Barcelona Cable la empresa francesa Société Lyonnaise des Eaux, según ha explicado François Gerin, directivo de esta empresa. "De acuerdo con algunos estudios, el proyecto de Barcelona Cable es rentable a corto plazo si se mantiene una cuota mensual de unas 2.700 pesetas más otra cuota de enganche de 5.000 pesetas, contando con una penetración de un 50%".El plan más ambicioso de Telefónica es, sin embargo, cablear las grandes poblaciones "con un buen material, incluida la fibra óptica, con el fin de conseguir una red que permita el transporte de señales de vídeo, voz y datos, sin descartar las futuras señales de televisión de alta definición", según Urqui. "Telefónica será portadora de las señales", aunque no descarta su participación en las sociedades explotadoras, y para ello "instalará el cable desde una cabecera de red hasta puntos de distribución situados en las poblaciones o ante las manzanas de casas".
Otras 100 empresas están colaborando con ayuntamientos para cablear diferentes municipios. Una de estas empresas es la sevillana Teleibérica.
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