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El nombre y el logotipo, únicos escollos serios para la fusión de las cajas

Andreu Missé

Los responsables de La Caixa y Caixa de Barcelona que conducen el proceso de fusión de ambas entidades han alcanzado un consenso generalizado en casi todos los puntos que las dos cajas habían considerado como presupuestos mínimos e irrenunciables para desarrollar la operación. El único escollo importante es el del nombre y el logotipo que deberán identificar a la nueva entidad. En un segundo plano se han planteado ciertas discrepancias sobre el camino jurídico por el que debe transcurrir la fusión y una mayor precisión en la definición de la presidencia.

Así, mientras La Caixa había mostrado ciertas preferencias por efectuar la operación en el marco de la legislación actual, Caixa de Barcelona se ha mostrado más partidaria de formalizar la operación de acuerdo con la nueva legislación sobre cajas, cuyo reglamento deberá aprobar la Generalitat este mismo mes.Las manifestaciones del presidente de La Caixa, Juan Antonio Samaranch, en las que afirmaba que la entidad resultante se denominará La Caixa, con alguna alusión adicional a la Caixa de Barcelona, y que se mantendría el actual logotipo mironiano de la primera entidad de ahorro del país, no han sido bien recibidas en la sede de sus futuros socios. El director general de Caixa de Barcelona, Joan Torres Picamal, manifestó ayer: "Hemos de hacer más esfuerzos para encontrar una identificación en el nombre y en el logotipo que reconozca también a Caixa de Barcelona". Torres admite el logotipo actual de La Caixa "si se acompaña con alguna pincelada que identifique nuestra institución".

En los puntos básicos de la fusión -mantenimiento de las plantillas y de las redes de oficinas- existe completo consenso de ambas entidades. Con objeto de consensuar al máximo la plataforma de la operación se ha convocado para el próximo lunes una reunión de la comisión negociadora. Forman parte de esta comisión por parte de La Caixa, su secretario general, Ricard Fornesa, y el director general adjunto Isidre Fainé. Por Caixa de Barcelona asistirán Jordi González Calvete, director general adjunto, y el vicepresidente primero, Enric Alcántara.

La noticia ha sido recogida con interés por la prensa internacional, como The International Herald Tribune, The Wall Street Journal y Financial Times, que destacan la fortaleza de la nueva institución.

El entorno de Pujol

La operación fue objeto de una dedicación especial en la reunión de ayer del Ejecutivo de la Generalitat. Éste se ha se ha sentido aliviado al conocer que el ministerio reconocía que la aprobación de la fusión es competencia formal del Gobierno autonómico [el aspecto esencial, las exenciones fiscales, depende del Ministerio de Economía]. Fuentes próximas al Gobierno catalán señalan que, según el presidente Jordi Pujol, la operación no puede hacerse al margen de los "criterios financieros" de la Generalitat, no especificados. Pujol justifica su silencio porque "los que deciden no opinan sino que hablan en su momento". El staff de Pujol está molesto porque se enteré de la operación tres meses después de iniciada.

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