Una respuesta pendiente
Las demandas de los estudiantes chinos han calado profundamente en todas las esferas de la sociedad
, "El movimiento estudiantil iniciado en Pekín ha calado profundamente en todas las esferas de China, de los obreros a los campesinos y de los niños a los viejos. La influencia ha sido tal que de no darse, a corto plazo, una respuesta a sus demandas, será imposible mantener la estabilidad del país", dijo en una entrevista con EL PAÍS un profesor de Historia Contemporánea de una universidad china.
El profesor -quien ha pedido que su nombre no sea revelado, por motivos de seguridad- señaló que nunca en la historia de China se había vivido un movimiento tan genuino con tan amplio respaldo. "Jamás hubo un enfrentamiento semejante entre los pequineses y el Ejército Popular de Liberación (EPL), ni tan siquiera en 1949. Entonces cuando el EPL entró en Pekín, sus habitantes lo recibieron con los brazos abiertos y se proclamó la República Popular sin disparar un solo tiro en Pekín".Según el académico, "aunque el socialismo está a favor de la apertura y de la democracia, en el sistema chino se ha producido en los últimos años una contradicción, se ha abierto el debate sobre la necesidad de adecuar el ritmo de reforma de la economía al de la reforma política".
"Los primeros que se unieron a los estudiantes en sus demandas fueron muchos miembros del Partido Comunista. Unos y otros partían de principios absolutamente patrióticos, como era la necesidad de liberar al país del cáncer de la corrupción, algo que palpa todo el pueblo y que está creando una indignación que aumenta día a día".
"Sin embargo", continúa, "posteriormente se produjo un cambio radical en las demandas y la entrada en escena de elementos que, de forma abierta o solapada, pretenden derrocar al Gobierno e incluso acabar con el Partido Comunista. En Occidente, el traslado de poderes de un partido a otro es posible, pero no lo es en China, por lasocaracterísticas propias del país, entre ellas el subdesarrollo y los 1.100 millones de habitantes. Lo que sí es posible en China es un cambio en la dirección del partido, pero también es ilógico que quienes detentan el poder se resistan a perderlo y no quieran entregarlo al primero que se lo pida".
Ingenuidad
El profesor tachó de "ingenuo" el pretender que abriendo las puertas al mundo exterior China utilizaría nada más que los adelantos tecnológicos. "Es imposible separar la modernización de la cultura moderna. Como ya demostró la campaña contra la contaminación ideológica de 1984, tratar de impedir la penetración de ideas occidentales, que chocan frontalmente con la cultura china, es casi imposible. Se quiere mantener el mismo grado de cooperación económica. La solución está en elevar el nivel de educación de la población para que haga una mejor filtración".
Señaló que el movimiento estudiantil ha sido también "víctima de su ingenuidad". Una parte de los jóvenes que se manifestaban en Tiananmen se ha dejado "influir negativamente" por personas como Fang Lizhi [el principal disidente chino, un astrofísico que permanece refugiado en la Embajada de Estados Unidos en Pekín, y contra quien pesa desde el domingo pasado una orden de captura], que pretenden un cambio demasiado radical y demasiado rápido". Por otra parte, añade, ha sido instigada por quienes ya tuvieron el poder y se resisten a estar apartados de éste. Son elementos que hicieron su agosto al amparo de la banda de los cuatro, y ahora astutamente han inflamado las ansias de libertad de los estudiantes hasta darles un aire de revuelta popular contra el Gobierno".
El profesor agregó que los protagonistas de la larga marcha y fundadores de la República Popular creen que tienen méritos para gobernar. "Y los tienen", aseguró, "pero también han de darse cuenta de que las nuevas generaciones no han vivido esos inoinentos". Casi la mitad de la población china es menor de 21 años.
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