_
_
_
_
_

El dimisionario De Mita intentará formar Gobierno

Juan Arias

, El jefe del Estado italiano, Francesco Cossiga, encargó ayer formar Gobierno al primer ministro dimisionario, el democristiano Ciriaco de Mita, mientras que en las elecciones regionales de Cerdeña, celebradas el domingo y lunes pasado, la Democracia Cristiana ha ganado dos nuevos escaños, el partido socialista cuatro, y el partido comunista ha perdido cinco.

El encargo a De Mita de formar Gobierno ha sido una sorpresa y un bofetón al partido socialista, que precisamente el 19 de mayo pasado, durante la clausura de su congreso nacional, había puesto en crisis el gabinete De Mita.

De hecho, el encargo de explorador al presidente del Senado, Giovanni Spadolini, había tenido como finalidad buscar una solución que quitase el impedimento de la presencia de De Mita al frente del Ejecutivo, ante la hostilidad abierta contra él del líder socialista Craxi, quien ayer comentó sarcástico que para dicha solución no hacía falta haber perdido tres semanas.

El mismo secretario democristiano Arnaldo Forlani hubiese preferido que Spadolini continuase su exploración para evitar un encargo de formar Gobierno antes de conocer el resultado de las elecciones europeas del próximo 18. Forlani, a pesar de su prudencia proverbial, no ha dudado en acusar el lunes al mismo jefe del Estado.

Lo que ocurre es que el director de Repubblica, Eugenio Scalfari, había escrito un editorial de fuego el domingo, calificando de payasada y de tomadura de pelo al país la continuación de una exploración que se sabía muy bien que tenía sólo como finalidad esperar a las elecciones.

Único candidato

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Cossiga ha reaccionado convocando a De Mita -único candidato presentado por su partido- y dándole un mandato pleno de formar Gobierno. Claro que todo quedará igualmente paralizado hasta después de las elecciones, mientras que ya se habla de elecciones anticipadas si De Mita no acaba pasando la mano a otro, ya que difícilmente los socialistas aceptarán formar parte de un Gobierno suyo estable.

Las elecciones de Cerdeña han sido una nueva prueba para conocer la tendencia de los italianos en este momento: una democracia cristiana incombustible que ha ganado votos tras cinco años de estar en la oposición, un partido socialista que, aunque despacio, sigue avanzando siempre, y un partido comunista que va perdiendo también en cada elección, aunque no en la medida de lo que desearían, por ejemplo, los socialistas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_