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Idígoras niega cualquler relación de HB con los incidentes de Cangas

, El dirigente de Herri Batasuna Jon Idígoras desmintió ayer en Cangas de Morrazo (Pontevedra) la participación de militantes de la coalición independentista en los incidentes ocurridos en la localidad en la madrugada del pasado viernes, saliendo así al paso de acusaciones anteriores del alcalde, el socialista Lois Pena. Idígoras agregó que "la alcaldía de Cangas está ocupada por la Guardia Civil, y de esta forma se han secuestrado los mecanismos dernocráticos".

El dirigente de Herri Batasuna, que participó en la tarde de ayer en una conferencia de prensa en Cangas junto con los concejales del Frente Popular Galego, uno de los cuatro grupos de la oposicíón, aseguró que "el único cuipable y único provocador es el alcalde".Mientras tanto, Lois Pena sigue sin aparecer por el ayuntamiento desde el viernes, aunque ayer intentó dar a entender lo contrario durante su intervención por teléfono en una tertulia radiofónica de la cadena COPE. Grupos de vecinos mantienen una vigilancia permanente en el lugar y están decididos a permanecer en esa actitud "todo el tiempo que sea necesario", en palabras de Manuel Caamaño, concejal del Frente Popular Galego.

También se mantiene la vigilancia por efectivos del Grupo Rural de Seguridad y fuerzas especiales de la Guardia Civil llegadas desde Madrid. Manuel Caamaño definió ayer esta situación como "una toma militar de Cangas. Éste parece un pueblo sitiado".

"Una metralleta"

La presencia de la fuerza pública y su actuación el jueves y el viernes pasados, que ha sido calificada por la oposición y el vecindario como "brutal", provocaron ayer expresiones duras por parte del concejal Antonio Sangabriel en declaraciones a la citada cadena radiofónica. "Durante la carga en el interior de la iglesia, donde los manifestantes se habían refugiado, nos quemaron disparando a muy pocos metros y tuvimos que defendernos. Si llego a tener una metralleta, yo la disparo. Si tengo un Cetme como tienen ellos, disparo", añadió Sangabriel.

Mientras, no se han producido variaciones en el planteamiento del problema, provocado, como gran detonante, por las reacciones populares ante el impacto de las nuevas valoraciones catastrales, aunque todo arranca de más atrás y sitúa en el punto de mira el comportamiento general de un alcalde duramente contestado.

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Para los grupos opositores está claro que el alcalde debe dimitir. "No hay soluciones intermedias. La decisión por parte del pueblo está tomada, y ellos saben que tienen perdida la partida", aseguró Manuel Caamaño.

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