España y Francia preparan la supresión de su frontera a partir del próximo otoño
Dumas anunció en la conferencia de prensa con la que concluyó el encuentro ministerial el inicio entre Francia y España de "una experiencia piloto en materia de seguridad transfronteriza", y el secretario de Estado para la Seguridad español, Rafael Vera, explicó después que se trataba de suprimir los trámites y controles fronterizos para las personas que cruzan el confin por determinados puestos aduaneros."Hemos creado un grupo de trabajo que estudiará las modalidades de puesta en práctica de esta iniciativa, y si las cosas van bien esperamos llevar a cabo nuestro proyecto en septiembre u octubre", añadió Vera, que consideró prematuro precisar si sería aplicado en Cataluña o en el País Vasco y Navarra.
Aunque empezó negándolo, Corcuera acabó reconociendo que le haría ilusión que la experiencia se iniciase en Euskadi. "Puede que sea más complicado empezar por allí, pero también creo que es más conveniente para España", afirmó. Corcuera debe compartir el punto de vista del presidente Felipe González, que a su paso por Bruselas ha repetido hasta la saciedad que apenas uno de cada 100 terroristas detenidos es apresado en una frontera.
Pero Pierre Joxe difiere con esta tesis y considera menos arriesgado que desaparezca primero el confin en Cataluña. El ministro ha dado a entender incluso en la Asamblea Nacional francesa (Cámara baja) que ni siquiera en 1993, cuando el mercado único comunitario debería acarrear la supresión de fronteras internas entre los doce, podrían estar totalmente desmantelados los controles en los pasos del País Vasco.
La experiencia piloto que proyectan Madrid y París se sitúa en el marco más amplio de la adhesión española al acuerdo intergubernamental concluido en la localidad luxemburguesa de Schengen en 1985 entre cinco países comunitarios (Francia, la RFA, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) que tienen la intención de anticiparse en tres años a la supresión de fronteras risicas que acompaña la instauración del mercado único entre los doce en 1993.
Los Gobiernos de Roma, Lisboa y Madrid han solicitado incorporarse al pacto de Schengen, y en el caso español, la negociación de adhesión tendrá sobre todo lugar en el segundo semestre de este año. Rafael Pastor, coordinador de los diversos ministerios españoles afectados por la eliminación de fronteras, estimó recientemente que España podría poner en vigor el acuerdo al mismo tiempo que sus demás socios, en enero de 1990; pero Vera opinó ayer que más bien lo hará en el segundo semestre del año próximo.
La iniciativa hispano-francesa significa en la práctica que, primero en Cataluña o en el País Vasco, y más tarde en todas las fronteras comunitarias de España, los viajeros se desplazarán en tren o en coche, como lo hacen actualmente los ciudadanos del Benelux entre los tres países que lo componen, sin detenerse para enseñar el pasaporte o el documento de identidad y sin abrir las maletas ante los aduaneros.
[El gobernador civil de Gerona, Pere Navarro, destacó ayer que la puesta en práctica del acuerdo supondrá la total eliminación de la barrera física que obliga a las personas que traspasan la frontera a hacerlo bajo control policial, aunque se mantendrán los controles de mercancías. Mientras, los alcaldes de las poblaciones catalanas fronterizas han acogido la medida con satisfación, informa la redacción de EL PAÍS en Barcelona].
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos de Invierno en Albertville (Francia) y los de Barcelona en 1992 han inspirado a Corcuera y Joxe una segunda iniciativa consistente en estudiar conjuntamente los problemas de seguridad que conlleva su celebración con la ayuda de expertos de países como Corea del Sur y EE UU, que los han organizado recientemente. "¿Y por qué no la URSS, que los tuvo en Moscú?", se preguntó Vera.Al margen de los proyectos esbozados en materia de seguridad, el seminario fue fructífero, a juzgar por la relación de resultados de los que dio cuenta Dumas. París y Madrid firmaron, por ejemplo, un protocolo para el intercambio de oficiales entre sus fuerzas armadas, y dentro de poco también, diplomáticos españoles podrán prestar sus servicios durante algún tiempo en el Ministerio de Relaciones Exteriores galo, mientras sus colegas franceses trabajen en el ministerio que dirige Fernández Ordóñez.
Michel Delebarre, titular francés de Transportes, ha accedido, por otra parte, a la petición de José Barrionuevo de reforzar el centro de control aéreo de Aix-en-Provence, en el sureste de Francia, para intentar evitar que el tráfico con destino a las Baleares y a otras zonas turísticas del Mediterráneo español quede colapsado en períodos punta.
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