La sombra de la ralentización
Las cosas van bien, pero no tanto como antes. Esa podría ser la más simple síntesis de los informes técnicos sobre los que los ministros de la OCDE están elaborando un comunicado que se dará a conocer hoy. La introducción del informe del Comité Asesor para la Industria y los Negocios de la OCDE señala que, tras la recesión de principios de esta década, no ha dejado de planear la sombra "de una nueva ralentización económica, quizá inminente".La inflación es, hoy por hoy, el problema más urgente. El citado informe aventura que el alza de este año tal vez continuará el que viene, dado que "los precios de los productos de base prosiguen su trayectoria ascendente y los costes unitarios de la mano de obra tienden a aumentar en una medida relativamente importante".
Los desequilibrios internacionales, fundamentalmente los déficit de Estados Unidos y los superávit de Japón y la RFA, son el otro gran problema, sensiblemente más importante que el anterior, pero no tan urgente. El Comité para la Industria y los Negocios reclama en su informe "un nuevo acuerdo para una reducción suplementaria y sensible del déficit presupuestario norteamericano", a añadir al ya logrado hace unos meses por Bush con los líderes del congreso. "Sin embargo", reconoce el informe, "ninguna señal indica avances en ese sentido".
El comunicado de la OCDE asumirá, al igual que este informe previo, la necesidad de acentuar las reformas estructurales ya iniciadas tras la recesión de principios de los ochenta y de cargar el peso de la lucha contra la inflación en las políticas fiscales, en lugar de las monetarias. La misma recomendación efectuaba ya el informe del Fondo Monetario Internacional publicado el pasado mes de abril. El ministro español Carlos Solchaga comentó ayer al respecto que "la reducción del gasto público aprobada recientemente por el Gobierno no deja de ser una medida fiscal acorde con estas recomendaciones".
En general, la asamblea de este año discurre plácidamente. Sólo un escollo ha impedido que el comunicado final de los ministros esté ya redactado: el empecinamiento de EE UU en elaborar listas negras y listas de vigilancia de países supuesta mente proteccionistas, lo que rompe el consenso alcanzado en las negociaciones de la Ronda Uruguay sobre el GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles).
