El Gobierno chileno espera ingresar más de 250 millones de dólares por privatizaciones

El Gobierno chileno espera obtener entre 250 y 300 millones de dólares durante este año por la privatización de empresas del Estado. El plan para 1989 contempla la venta de un 32% de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), 51% de la línea aérea estatal (LAN Chile) y el traspaso de tres compañías eléctricas. Sin embargo, las dos principales privatizaciones, de la Empresa Nacional de Minería (Enami) y de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) se han visto frustradas y el régimen busca vender a accionistas minoritarios, llamados aquí capitalistas populares.La economía no muestrá signos de incertidumbre, aunque las encuestas anticipan un triunfo de la oposición en las elecciones presidencial y parlamentaria de diciembre. Favorecido por un alto precio del cobre, principal producto de exportación, el producto interior bruto (PIB) creció 9,4% durante el primer trimestre, se espera una inflación del 15% anual y el índice bursátil de acciones líderes aumentó 40% en los cuatro primeros meses de¡ año. La oposición critica el coste social de la economía y anuncia un modelo redistribuidor, pero no transformará el énfasis exportador y la austeridad fiscal impulsados por el gobierno militar.

En la controvertida venta de empresas públicas que desde 1985 ha permitido al Estado recaudar 1.400 millones de dólares, sí habrá cambios. Los opositores han anunciado que, cuando gobiernen, anularán la ampliación de venta de empresas estatales posterior a la derrota del general Augusto Pinochet en el referendo de octubre de 1988. Además, el Parlamento revisará los traspasos oscuros, en que ex ejecutivos de compañías públicas aparecen, después de la venta de éstas, entre los nuevos propietarios.

Pese a estas advertencias de la Concertación por la Democracia -una coalición de 17 partidos opositores de derecha, centro e izquierda- 43.000 personas compraron después del plebiscito acciones de empresas que el Estado siguió privatizando. La mitad de estos nuevos capitalistas populares son militares que usaron parte de sus fondos de retiro.

El coronel Guillermo Letelier, vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción, declaró que el Gobierno usa los fondos obtenidos por la venta de empresas como contrapartida local de créditos de organismos multilaterales, para financiar gastos de operación y engrosar las arcas públicas.

El balance

El balance de la privatización que hace el Gobierno contrasta con la paralización de las ventas de Enami y Enap. Los empresarios mineros se opusieron al traspaso a manos privadas de Enami, una compañía estatal que compra el mineral extraído de pequeños yacimientos, especialmente de cobre. La Administración objetó una división de laEmpresa Nacional del Petróleo, primer paso para privatizar, después de la resistencia de los sindicatos. El Gobierno acató el fallo y disolvió Enap, heredera del monopolio estatal del petróleo.Ambos traspiés y el hecho de que muchos capitalistas populares hayan vendido en la bolsa las acciones de compañías estatales, "muestra la debilidad del proceso", según los políticos. El Gobierno "recurre a los capitalistas populares para vender acciones, ante la falta de interés del sector privado", afirmó el economista Mario Marcel. Los accionistas son atraídos por la expectativa de elevadas ganancias, corno consecuencia de la minusvaloración de las empresas.