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Los presbiterianos escoceses condenan al presidente de los Lores por acudir a ritos católicos

Los vientos de la Inquisición soplaron ayer con fuerza en Escocia y derribaron la respetada figura de lord McKay, presidente de la Cámara de los Lores y máxima autoridad legal británica, quien ha sido condenado por la Iglesia Presbiteriana Libre por asistir a dos funerales católicos.

El sínodo de los presbiterianos libres falló que lord Mackay pecó gravemente, y debe ser suspendido si no se arrepiente. Sobre el presidente de la Cámara de los Lores pesa la acusación de haber asistido a actos de idolatría, realizados por un iglesia que tiene a su frente al Anticristo.La instancia suprema de los presbiterianos de Escocia estuvo reunida durante dos días para decidir sobre el caso, planteado como apelación en favor de McKay, quien fuera suspendido de sus funciones en la iglesia y de recibir comunión el pasado mes de noviembre después de la denuncia de otro fiel que había tenido noticia de que había asistido a dos funerales católicos.

La Iglesia Presbiteriana Libre de Escocia considera que el catolicismo es una perversión de las enseñanzas de Cristo, conceptúa a la misa como "la más abominable injuria al sacrificio único de Cristo" y ve al Papa como "Anticristo", de acuerdo con la confesión de fe de Westminster de 1643, por cuya defensa se escindió de la Iglesia Libre de Escocia hace casi un siglo.

Para los más puros de entre los 6.000 presbiterianos libres -que no trabajan en domingo, un día que reparten entre la meditación en casa y la oración en la iglesia-, la asistencia de McKay al funeral de su dos colegas y amigos católicos era un pecado que no podía pasar sin castigo.

Reminiscencias medievales

Todo el juicio estuvo teñido de reminiscencias medievales: "Hay que apelar a la cabeza de la iglesia, a nuestro señor Jesucristo". "Usted no apela a nadie; eso no está en el libro". "El sínodo no puede apelar contra mi apelación a Cristo". Fueron algunas de las palabras que se cruzaron dogmáticos y reformistas, reunidos en una austera iglesia de Inverness (al norte de Edimburgo).Uno de los que participaron en el debate en favor de McKay advirtió que el sínodo se había convertido "en un nido de víboras" y otro hizo notar: "La iglesia va a ser el hazmerreir del mundo, que nos ve como un puñado de hipócritas y, lo peor de todo: estamos dando a la iglesia católica una victoria propagandística".

El primado católico, Basil Hume, manifestó al conocer el fallo su "tristeza porque todavía sigan existiendo intolerancias y prejuicios religiosos". McKay, que estaba presidiendo ayer los Lores, no dio muestras de arrepentimiento. "Creo que lo que hice está bien", señaló en un comunicado. "Asistí a los servicios en cuestión con el único objetivo de cumplimentar a mis colegas fallecidos y dar públicamante el pésame a sus familiares. Voy a considerar mi posición dentro de la Iglesia Presbiteriana Libre".

McKay fue profesor de matemáticas en la universidad de Saint Andrews antes de dedicarse al derecho en Escocia, desde donde fue catapultado hasta lo más alto del sistema legal inglés hace año y medio.

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