El amigo de la mujer de Paula afirma que su relación fue un simple coqueteo

El abogado de Rafael de Paula, Horacio Oliva García, solicitará la suspensión de la vista que se sigue contra el torero y otros cuatro procesados por un delito de homicidio frustrado en la persona de José Gómez Carrillo, si a la reanudación del juicio, prevista para mañana, no comparece el médico que curó las heridas de Carrillo. Gómez Carrillo afirmó en su testificación de ayer que su relación con Marina Muñoz, esposa, de De Paula, era "un simple coqueteo, sin más".

Por su parte, la entonces empleada de hogar del matrimonio De Paula, Isabel María Morales, reveló, durante su comparecencia, que Marina "la llevaba de tapadera cuando visitaba a un señor" en El Puerto de Santa María (Cádiz).La sala cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz, donde se celebra el juicio del denominado caso Paula, conoció ayer la noticia de que el médico que asistió a Gómez Carrillo no había sido localizado para su comparecencia en la sesión de mañana. Asimismo, la sala fue informada por el fiscal del caso, Jaime Ollero, de una conversación rnantenida por él con los padres del procesado José Raúl Robles y del interés que para el esclarecimiento de los hechos tenía su testificación en la vista de los mismos.

"Se ha dicho en la sala que Gómez Carrillo fue asistido con mercromina y unas gasas, que tardó escasamente una hora en volver a su domicilio, y que no le fue dado ni un punto de sutura", dijo el defensor de De Paula. "Parece extraño que la policía diga en el sumario, varias veces, que fue trasladado a la residencia de la Seguridad Social de Cádiz para una mayor asistencia".

Escarmiento

La sesión de ayer comenzó con el testimonio de Juan Antonio Galán Venegas, detective privado contratado por Rafael de Paula para investigar una posible infidelidad de su esposa. Galán afirmó que el torero dirigió desde el principio la investigación, que expresó su deseo de que le fuese facilitada una fotografía de Gómez Carrillo, así como que De Paula le manifestó que "no había derecho, hay que darle un escarmiento, hay que pincharle", refiriéndose a la actuación de Gómez Carrillo."En mi opinión", dijo Galán, "no era un estado de nervios, sino un estado obsesivo de venganza". El detective, que reconoció que dirigía un gimnasio al que Paula asistió para entrenarse, así como que estaba empleado en la base naval de Rota, identificó a Vicente Portalés, otro de los procesados, como la persona que acompañó en todo momento al torero y que le ayudó en sus investigaciones.

Galán afirmó que puso en conocimiento de la policía su investigación cuando conoció que Gómez Carrillo había sido víctima de una agresión.

Gómez Carrillo atribuyó su despido del casino de Cádiz, del que era subdirector, a los rumores que existían sobre su presunta relación con la mujer de De Paula. Gómez Carrillo reconoció a Oswaldo Hernández como su agresor y negó haber visto si éste llevaba una navaja cuando se produjeron los hechos. Sin embargo, María de los Ángeles Padilla, esposa de Gómez Carrillo, aseguró que Hernández la intimidó con una navaja de "unos ocho o 10. centímetros", y negó que el objeto de la agresión fuera una llave de hierro que consta entre las pruebas del sumario.