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Un grupo de extrema derecha gana un recurso en Valencia contra el catalán

La Sala Segunda de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Territorial de Valencia ha estimado el recurso del grupo estudiantil de extrema derecha Alternativa Universitaria, contra un acuerdo de la junta de gobierno de la Universidad de Valencia de 1986 que utilizaba la denominación de "lengua catalana" para el idioma autóctono. El rector de la universidad, Ramón Lapiedra, anunció ayer que la institución recurrirá el fallo y afirmó que esta sentencia supone una intromisión "en cuestiones científicas".La sentencia declara la nulidad de un apartado del acuerdo por considerar que la universidad no puede "establecer un modelo lingüístico distinto, paralelo o yuxtapuesto al que han establecido los poderes públicos con potestades políticas y normativas superiores, como son el Estatuto de la Comunidad Autónoma". La Audiencia precisa que todo ello "es independiente de que la lengua valenciana sea una realidad sustantiva y científicamente defendible a efectos lingüísticos y deba denominarse o no lengua valenciana o catalana, pues estas son cuestiones que hoy se circunscriben al campo metajurídico".

El rector Lapiedra valoró muy negativamente la sentencia" y dijo que supone "una interferencia en la práctica académica y la libertad de cátedra". Lapiedra, perteneciente al Bloc Progressista, grupo universitario nacionalista y de izquierdas, recordó que la Audiencia disponía de cuatro argumentos que aconsejaban claramente desestimar el recurso: La definición del valenciano por la Real Academia Española de la Lengua como una variante del catalán, un decreto del Ministerio de Educación que incluye la asignatura de Lingúistica Valenciana en el área de conocimientos de Filología Catalana, un conjunto de dictámenes de universidades españolas, europeas y americanas ratificando la unidad de la lengua catalana y una sentencia anterior de la propia Audiencia de Valencia que desetimaba un recurso similar.

A mediodía de ayer, un petardo estalló en la sede de la universidad y una llamada anónima avisó de que haría explosión un artefacto de mayor potencia. El edificio fue desalojado. A las tres de la tarde la policía halló y desactivó una bomba tras buscar sin éxito el artefacto explosivo en una primera inspección.

Hace nueve años un funcionario de la institución sufrió la amputación de un pie tras la explosión de una bomba.

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