PP y CDS rechazan la pretensión socialista de transferir la sanidad municipal a la Comunidad

"El último regalo de Juan Barranco a Joaquín Leguina está valorado en cerca de 5.000 millones de pesetas". Así conceptuó el concejal del Partido Popular (PP) Simón Viñals la intención del equipo de gobierno socialista de transferir a la Comunidad de Madrid los servicios sanitarios del Ayuntamiento. Esta pretensión, sin embargo, no prosperó. Los cinco concejales del PP y los dos del CDS votaron en contra de la propuesta, que contó solamente con el apoyo del responsable socialista y del de Izquierda Unida.

Para Crespo, el presupuesto que el Ayuntamiento dedica a la red asistencial no se corresponde con la escasa demanda que tiene. "Un ginecólogo municipal, por ejemplo, atiende sólo 10 partos al año", explicó.Los servicios de atención sanitaria dependientes del Ayuntamiento están formados por 17 centros de urgencia -casas de socorro-, 13 de promoción de salud y varios más de especialidades, así como dos equipos quirúrgicos, un centro de maternidad, un centro de especialidades y otro de medicina preventiva. El 74% de los 6.300 millones con los que cuenta la Concejalía de Sanidad está dedicado exclusivamente al mantenimiento del personal que atiende esta red. "Son casi 5.000 millones de pesetas que el Ayuntamiento puede dedicar a otra cosa", según Crespo. "No es rentable mantener una plantilla de 1.200 profesionales para atender a 27.000 beneficiarios", explica.

El concejal popular Simón Viñals, presidente de la Comisión de Sanidad, hace otra lectura de la intención del Gobierno municipal: "Transfiriendo la red sanitaria la concejalía quedaría casi sin funciones, por lo que el nuevo equipo apenas tendría competencias sanitarias. Políticamente es inadmisible".

La ley general de Sanidad de 1986 determina que los servicios sanitarios deberán depender de cada comunidad autónoma. "La ley recomienda crear una red asistencial única, pero tiene varias lagunas", según Viñals. "Además, se daría el caso que la Comunidad de Madrid iba a recibir antes las transferencias del Ayuntamiento que las del Insalud, cuyo proceso no terminará antes de dos años", afirmó. Viñals añadió que es "sorprendente" este deseo "cuando el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, no ha transferido estos servicios a la Generalitat a pesar de que el Insalud sí transfirió sus competencias". Leandro Crespo, por su parte, considera que la labor sanitaria del Ayuntamiento debe ceñirse a las campañas de promoción y prevención y no tender a duplicar servicios que ya están atendidos por otros organismos públicos. "Los cerca de 5.000 millones que se dedican a la red asistencial podrían tener destinos más útiles", explicó.