Competir en Suráfrica
En mi calidad de lector de su periódico, el cual siempre ha merecido mi máxima confianza por la equidad de las opiniones que en él se manifestan y por la valía de los profesionales que en él colaboran, me dirijo a usted para comentarle mi opinión acerca de la concesión del Premio Príncipe de Asturias 1988 al golfista Severiano Ballesteros.Como amante del deporte general, y particularmente del atletismo, no puedo dejar de congratularme de la concesión del Premio Príncipe de Asturias a tan insigne deportista, representante del deporte español en la elite mundial, y no precisamente gracias a las ayudas recibidas por la Federación Española. únicamente un lunar en el trato discriminatorio. Me refiero a lo que está sucediendo con otro atleta de elite, en concreto con Domingo Catalán, sancionado e inhabilitado por la Federación Española de Atletismo por competir en Suráfrica, que, al igual que Severiano Ballesteros, ha estado en el país mencionado compitiendo, y es sin duda la otra cara de la moneda.-