Neus Soldevila vuelve a prisión al año y medio de fugarse

Neus Soldevila llegó ayer a Madrid para ingresar en prisión después de permanecer en Suramérica fugada desde hace 19 meses. Soldevila fue trasladada a su Negada a la prisión de Ávila por los miembros de la Interpol que la acompañaron desde Quito. Su entrega a España ha sido posible por un acuerdo de reciprocidad, ya que no existe convenio de extradición con este país. Las autoridades ecuatorianas han entregado a la policía a Neus Soldevila a cambio de Juan Fornell Veintimill, acusado de cometer un desfalco de 300 millones de pesetas durante el desempeño de su cargo como subgobernador del Banco de Ecuador.

En 1981, una de las hijas de Neus Soldevila disparó contra su padre y le causó la muerte. Su madre, conocida como la Dulce Neus, está condenada a 28 años de prisión como inductora del parricidio. Otra de las hijas de Neus Soldevila y de Juan Vila, Neus (condenada a 12 años), acudió ayer al aeropuerto, acompañada por los abogados de su madre, una hora antes de la llegada del vuelo. Neus, que está casada y trabaja como técnica informática en Las Palmas, hubo de solicitar permiso para poder acudir a recibir a su madre. A las 10.30 horas de ayer, Neus llegó al aeropuerto a bordo del avión DC-10 Costas Canarias de la compañía Iberia. Por motivos de seguridad, el comandante de la aeronave ordenó que Neus fuera situada en un lugar apartado del resto del pasaje. Junto Con Neus Soldevila y los dos policías de Interpol viajó el abogado Máximo Posado, del bufete de Emilio Rodríguez Menéndez. El encuentro entre varias decenas de fotógrafos y la escolta de la condenada produjo un incidente que alcanzó su punto máximo cuando la presión del gentío derribó la puerta de la dependencia policial donde fue introducida la fugitiva a su llegada a la terminal de Madrid-Barajas.El camino desde la pista hasta esa habitación, unos 20 metros, fue abierto por la escolta a base de puñetazos y de empujones, de algunos de los cuales Neus Soldevila, que se encontraba en el centro de la multitud, no se libró. La fugitiva, de 49 años, llevaba gafas oscuras, un pantalón, botas negras de tacones, jersei con la efigie de Pantera Rosa y un lazo en el pelo, teñido de rubio. La primera operación que realizó Neus para fugarse de España, cuando gozaba de régimen. abierto en la prisión en la que cumplía condena, fue acudir a una peluquería para que los tintes le pusieran el pelo de color negro y ser menos reconocible. Soldevila huyó de la justicia en 1986 acompañada por varios periodistas, a través de la frontera con Portugal.

Cuando finalizó el incidente entre informadores y policía, la hija mayor de la condenada, Neus, quedó fuera del lugar donde había sido recluida su madre y comenzó a llorar por no poder abrazarla. Ya durante la espera se había emocionado en varias ocasiones. Su madre sufrió un ataque de nervios provocado por la tensión del momento.

Política

El ahogado de Neus Soldevila, Emilio Rodríguez Menéndez después de acusar de arbitrariedad al comisario del aeropuerto porque no le permitió esperar a su cliente en pista manifestó que la entrega de Neus había sido puramente política y que no se había tenido en cuenta el ordenamiento jurídico vigente. Rodríguez Menéndez criticó que el tratado de reciprocidad que ha concluido con la entrega de su defendida fue firmado entre España y Ecuador cuando se supo que Soldevila estaba en ese país.El canje entre el autor de un desfalco de 300 millones de pesetas y de la inductora al parricidio se produjo en el aeropuerto de Quito entre miembros de Interpol de Ecuador e Interpol de España, según manifestó Rodríguez Menéndez.

Desde su fuga de la justicia española, Neus y una de sus hijas estuvieron residiendo en varios países suramericanos. Fue el 28 de junio de 1988 cuando la policía ecuatoriana la detuvo por primera vez, acusada de fraude en la venta de esmeraldas. Los abogados de la Dulce Neus consiguieron que ésta fuera puesta en libertad antes de que descubrieran su auténtica identidad. Una vez fue conocida su detención bajo nombre supuesto, Interpol de España comunicó los hechos a Interpol de Ecuador. Soldevila, que desconocía este tipo de gestiones, porque confiaba en los sobornos que había efectuado para que sus antecedentes fueran destruidos, regresó a Quito, donde fue encarcelada.