Mitterrand pide a Arafat la reforma de la Carta de la OLP

El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, pidió ayer al líder-palestino, Yasir Arafat, la reforma de la Carta de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para que esta declaración, adoptada en 1964, concuerde con el programa político aprobado en noviembre en Argel, y en el que se reconoce implícitamente al Estado de Israel. "Conviene poner las cosas en claro", dijo Mitterrand a Arafat, a quien recibió durante hora y media en el Elíseo, según una declaración oficial del portavoz de la Presidencia, Hubert Vedrine.

Arafat declaró anoche en TF-1 que la Carta de la OLP "está caduca" y que lo importante es el programa político con el que ha sido elegido, y en el que se aceptan dos Estados en Palestina. [Esta declaración ha sido "bienvenida" por un responsable del Departamento de Estado norteamericano, que ha considerado que las palabras de Arafat son .una formulación más precisa que las declaraciones hechas hasta ahora", informa France Press.] Un Arafat sonriente a la salida del palacio calificó la entrevista de "útil y satisfactoria", y agregó que debe "dar un nuevo impulso hacia la paz" en Oriente Próximo.Poco después de abandonar el Elíseo, cuando recibía en el hotel Crillon al secretario general del Partido Socialista, Pierre Mauroy, Arafat fue informado del atentado perpetrado ayer en Sidón de su representante personal en Líbano, Isam Salem, conocido por el sobrenombre de Isam al Loh. Alcanzado por dos balas en la cabeza, durante casi toda la tarde se le dio por muerto, pero Arafat confirmó anoche que se encontraba con vida, aunque en estado de coma.

Mitterrand y Arafat trataron también en su entrevista, iniciada a las 11.15, de las elecciones en los territorios ocupados propuestas por el Gobierno israelí y de la celebración de una conferencia internacional sobre Oriente Próximo, que Francia continúa apoyando. Cuando se producen múltiples signos de la existencia de contactos indirectos entre Israel y la OLP con la mediación de EE UU, Arafat ha aceptado implícitamente la consulta con dos condiciones: la retirada de las tropas israelíes y su sustitución por una fuerza multinacional, y la liberación de prisioneros palestinos. Arafat señaló ayer que las elecciones son "una idea norteamericana" que puede debatirse "si son parte del proceso de paz" encaminado a la negociación con Israel de una autodeterminación de Cisjordania y Gaza.

En la primera visita de Arafat a un país occidental miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, el protocolo fue cuidado al máximo para no ahondar en la herida de la comunidad judía francesa. El líder palestino, que llegó a París a las 10.40, fue recibido en el aeropuerto únicamente por Thierry de Beaucé, secretario de Estado para las Relaciones Culturales Internacionales. Sobre una alfombra roja de 40 metros extendida al pie del avión, pero sin honores militares, Thierry de Beaucé cumplió la consigna de no abrazar a Arafat, y se limitó a darle un apretón de manos.

El líder de la OLP, vestido con su tradicional traje caqui y tocado con la kefia, se trasladó al Elíseo en un vehículo blindado que lucía la bandera palestina. En el patio, atestado de fotógrafos y cámaras -500 periodistas están acreditados para seguir la visita, que continúa hoy-, Arafat no contó tampoco con los honores de la Guardia Republicana, reservados a los jefes de Estado o de Gobierno en ejercicio.

Este viaje culmina la estrategia puesta en práctica por Mitterrand en 1982 de reforzar la moderación de Aráfat para favorecer la política adoptada por la central palestina hace seis meses en Argel. Dos puntos fuertes de esa estrategia fueron la ayuda de Francia a la evacuación palestina de Beirut en 1982 y, un año después, en el sitio sirio al puerto libanés de Trípoli.

Sin embargo, la comunidad judía francesa ha organizado numerosas manifestaciones contra la visita. La más importante se celebró a las 18.30 de ayer junto a la sinagoga de la calle de Copérnico, objetivo en 1980 de un atentado ajeno a la OLP.