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La universidad de Pekín mantiene la huelga como arma de protesta política

ENVIADO ESPECIAL La actividad académica en la universidad de Pekín, la mayor de toda China, en la que estudian más de 20.000 alumnos, quedó ayer prácticamente paralizada por la huelga decretada por los cabecillas del movimiento en pro de la democracia que estalló hace una semana tras la muerte del ex secretario general del partido comunista Hu Yaobang. La huelga fue secundada también en otros centros de enseñanza de la capital, pero no tuvo eco en Shanghai ni en el resto del país.

La tensión, apenas contenida, reinó mientras tanto en Xian y Changsha, escenarios de violentos disturbios el pasado sábado. El Gobierno parece decidido, sin embargo, a no emplear medidas de fuerza y a tratar de desgastar el dinamismo del movimiento.En un gesto para demostrar que la situación está controlada, el secretario general del partido, Zhao Ziyang, viajó el domingo a Corea del Norte, en la primera visita que realiza al extranjero desde noviembre de 1987. La Prensa nacional dedicó ayer amplio espacio informativo y publicó fotografías de los sucesos ocurridos el sábado por la tarde en Xian y Changsha, donde grupos no identificados -según algunas fuentes eran jóvenes desempleados saquearon y destruyeron varios edificios, con un saldo de más de un centenar de heridos Las autoridades decretaron, al parecer, el estado de sitio durante veinticuatro horas en una zona de la ciudad de Xian. Ayer no se registraron, incidentes en esos dos puntos. Sin embargo, persiste la censura informativa sobre las manifestaciones y reivindicaciones estudiantiles. En algunos barrios cercanos a las universidades de Pekín y del Pueblo, a más de veinte kilómetros del centro de la capital, los estudiantes han colocado dazibaos (carteles d protesta o denuncia) e informan a la gente, como si del Evangelio se tratara, de su razón de lucha.

Contra el sindicato oficial

Unos cinco mil alumnos de las universidades de Pekín, Qinnghua y de otros institutos asistieron ayer a primera hora de la tarde a una asamblea convocada el día anterior por el comité estudiantil provisional que ha surgido en la universidad de Pekín, con la intención de desbancar al sindicato oficial universitario. El comité, que está constituido por diecisiete personas, no está todavía suficientemente estructurado ni tiene un líder, y así lo demostró ayer al no poder establecer un programa de lucha concreto. "Nos falta experiencia. No tenemos todavía suficiente madurez", confesaba anoche uno de sus representantes tras desconvocar una conferencia de prensa en la que al principio se debían hacer públicos los nuevos pasos que los estudiantes pretenden dar.

Durante el desarrollo al aire libre de la caótica asamblea, en la que los portavoces se interrumpían y se quitaban bruscamente el micrófono, un obrero se dirigió a los asistentes para expresarles respaldo a la causa en favor de la democracia. Uno de los miembros del comité provisional pidió a gritos continuar "la huelga a ultranza como método de lucha por el momento con objeto de llegar a un diálogo con el Gobierno y éste acepte nuestras reivindicaciones en favor de la democracia". "La generación anterior luchó por la libertad y la igualdad. Nosotros debemos luchar ahora por la democracia y la ciencia", declaró otro.

Numerosísimos dazibaos aparecieron ayer, como si se tratara de un resurgimiento del llamado Muro de la Democracia, el movimiento de libertad de expresión que permitió al principio y luego cortó abruptamente Deng Xiaoping durante los primeros paso del proceso de reformas chinas hace 10 años.

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