La policía investigó a 89.000 británicos para conocer el objetivo del comando del IRA

La policía española investigó en los meses previos a la muerte de tres activistas del IRA el 6 de marzo de 1988 en Gibraltar a 89.000 residentes británicos en la Costa del Sol. Esta investigación se desarrolló desde septiembre de 1987 -cuando por informaciones británicas se supo que un comando del IRA se encontraba en la Costa del Sol- hasta el mes de febrero siguiente, cuando se pudo precisar que el objetivo de los terroristas estaba en Gibraltar, un mes antes de que los activistas fueran abatidos.Un informe de la Comisaría General de Información, los servicios secretos del Ministerio del Interior, asegura que tras conocer la presencia de miembros del IRA en la Costa del Sol "se realizaron intensas investigaciones sobre la colonia británica en nuestro país, chequeándose hasta un total de 89.000 residentes o domiciliados de origen británico". El informe, que lleva el nombre de Actividades en España de un grupo terrorista de la organización PIRA (Ejército Repúblicano Irlandés, provisional), añade que esta investigación se realizó "con la finalidad de poder encontrar entre ellos alguno que con sus antecedentes sociales o políticos pudiera ser un potencial objetivo de los terroristas".

Estas indagaciones de la policía española finalizaron en el mes de febrero de 1988, al comprobar que una ciudadana irlandesa, Mary Parkin, a quien los agentes consideran miembro del grupo de apoyo al comando armado del IRA que luego resultó eliminado en Gibraltar, visitaba todos los martes el Peñón de Gibraltar. De este hecho se informó a la policía británica y se dedujo que los terroristas pretendían atentar un martes en la colonia el día que se produce un vistoso cambio de guardia.

La actuación de los militares del SAS británicos el 6 de marzo de 1988 fue enjuiciada por un tribunal gibraltareño, que consideró que los soldados habían actuado conforme a la ley en la muerte de los tres activistas del comando operativo del IRA Daniel McCann, Sean Savage y Mairead Farrell. El tribunal hizo suya la tesis oficial británica según la cual una insuficiente actuación policial española permitió no conocer si los terroristas llegaron a Gibraltar desarmados.

Por otro lado, los nuevos detalles sobre la participación policial española en el seguimiento de los tres miembros del IRA abatidos en Gibraltar han dejado frío al Gobierno de Margaret Thatcher. El Sinn Fein, brazo político del IRA, insiste en que los tres irlandeses fueron asesinados por el grupo antiterrorista SAS (Special Air Service) y en que debe exigirse una investigación a fondo de lo ocurrido, algo que también reclama el Partido Laborista, informa Ricardo M. de Rituerto. La posición del Ejecutivo es que corresponde al juez Félix Pizarello reabrir el caso si considera que han aparecido nuevos datos que permitan poner en duda la justicia del veredicto de homicidio legítimo.

El ministro de Irlanda del Norte en el gobierno en la sombra, Kevin McNamara, dijo ayer que la información de EL PAÍS "subraya la creciente necesidad de que haya una investigación judicial independiente".

Para el Sinn Fein, que quisiera ver una campaña internacional para forzar a Londres a reconsiderar el caso, "está cada vez más claro que los tres voluntarios del IRA fueron asesinados deliberadamente por el SAS".