La avería en Madrid anuló la acción de ocho radares de control aéreo
Las averías registradas en el Centro de Control de Paracuellos del Jarama (Madrid), especialmente la del sistema de comunicaciones, impidieron la coordinación de los ocho sectores aéreos que, repartidos por el centro y norte -salvo el noreste- de España, recogen datos sobre el movimiento de aeronaves y los centralizan en Paracuellos. Cada sector cuenta en este caso, entre otros medios, con un radar, pero su acción quedó anulada porque los datos que recogían no podían ser procesados en el centro madrileño ya que las comunicaciones "eran caóticas", según personal del centro.
Paracuellos del Jarama constituye una región de información de vuelo (FIR, en la sigla internacional convencional) que engloba a los sectores de Santiago de Compostela, Zamora, Bilbao, Zaragoza, Castejón, Villatobas, Toledo y Madrid-Aproximación. Cada uno de ellos se encarga de captar la situación y movimientos de los aviones que sobrevuelan la zona respectiva y transmitir la información a Paracuellos. Así, el radar del centro de Zaragoza detecta un avión que penetra en el espacio aéreo español, pero es en una pantalla de Paracuellos en la que se captan las señales que determinan la localización exacta del avión.Uno de los sistemas más importantes de los existentes en Paracuellos es el ordenador central, denominado Intermad, que procesa la información de los ocho radares. Ese ordenador, según han denunciado en varias ocasiones los controladores, registra contínuos fallos -como duplicidad de señales o desaparición de las mismas durante algún breve tiempo-, pero las averías en los sistemas de comunicaciones son ya muy extraños, según los propios controladores.
Comunicaciones
Ayer fue una avería en los sistemas de comunicaciones la que provocó el caos en gran parte de España. Durante varias horas, no funcionaban bien ni las comunicaciones con los pilotos de los aviones ni las existentes entre Paracuellos y los sectores que engloba (las llamadas líneas calientes). Por este motivo, los controladores, aunque recibían las señales procedentes de los radares, no podían estar seguros de que podían dirigir correctamente a los aviones.Los movimientos de los aviones militares son controlados a través de una red propia, denominada Pegaso. Sin embargo, aeronaves militares y civiles deben coordinar sus movimientos, especialmente en los casos en que una base militar se encuentra muy próxima a otra civil, como ocurre con Torrejón y Barajas.
Este hecho también originó problemas a los previstos movimientos de aeronaves militares durante la jornada de ayer. No se vieron afectados, sin embargo, tres vuelos supervisados por el Grupo 45 -para el traslado de autoridades- con base en Barajas. En uno de esos vuelos viajó la Reina a Sevilla. En otro, llegaron los restos del embajador Pedro Arístegui.
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