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Felipe González se apoya en el poder local para contrarrestar el desgaste del proyecto socialista

JOAQUIN PRIETO, El presidente del Gobierno, Felipe González, apeló ayer a los militantes de su partido para que mantengan un espíritu de "ganadores" que permita nuevos triunfos electorales capaces de mantener en el poder al socialismo democrático durante "20 o 25 años, los necesarios para que se note de verdad lo que estamos haciendo". González lanzó este y otros vibrantes mensajes preelectorales y partidistas en un acto al que asistieron más de 2.000 alcaldes y otros cargos públicos de e PSOE, ante los cuales pronunció lo que tenía visos de ser el primer gran mitin de un prolongado período preelectoral.

Los objetivos de la oposición parecen a González "tristes y pobres" porque se Emitan, según él, a hacer perder a los socialistas su mayoría. González no ocultó su preocupación por que pueda consumarse esta posibilidad y defendió la "nobleza" y la "mayor eficacia" de las mayorías absolutas, que permiten "tomar decisiones sin bloqueos innecesarios".Tras advertir que hablaba como "compañero de partido y no desde un punto de vista institucional", y tras pronosticar que este matiz sería mal transmitido a la opinión pública, Felipe González construyó un discurso basado en el éxito de la estrategia de los socialistas en estos 10 años, que los ha llevado desde los Ayuntamientos hasta la presidencia de la CE. Se enorgulleció de haber tenido .el coraje cívico y político que a otros les faltó" de afrontar algunos de los problemas más graves de España, como la crisis económica, "de la que empezamos a salir".

Sin mencionar a la UGT ni a los críticos de su propio partido -uno dé los cuales, Ricardo García Damborenea, asistió al acto y fue de los primeros en abandonarlo-, Felipe González trató de desmontar los datos manejados por quienes denuncian el fracaso de la política social. Aseguró que "es muy injusto" no contar con la dimensión social de la política municipal y sostuvo que, aún sin tener en cuenta esa realidad, el hecho de que el gasto social en España haya crecido unas décimas por encima del producto interior bruto implica amplias diferencias con un Gobierno conservador como el británico, cuya gestión ha provocado la disminución del gasto social en "ocho o diez puntos".

Admitió también que gran parte de los puestos de trabajo de nueva creación son eventuales, pero hay 300.000 empleos más cada año, "lo que quiere decir que si mantenemos este esfuerzo habremos creado 4,5 millones más de puestos de trabajo" en 15 años. González apeló expresamente a "los miles de responsables políticos del partido7 para que demuestren tenacidad y coraje con respecto a esta política.

González adelantó una de las líneas de la campaña socialista para las elecciones europeas de junio: "Hay que ayudar a los candidatos a que expliquen a los ciudadanos la integración europea como motor del crecimiento económico y de la modernización de España".

Mencionó también declaraciones suyas de 19781 en las que hizo referencia a la necesidad de un período de 20 o 25 años de socialismo democrático, y añadió: "Algunos creen que hecambiado; yo mantengo mis convicciones. Hay que seguir trabajando, y, por tanto, ganando durante otros 25 años para que se note lo que está hacien do el socialismo democrático" Atacó de forma indirecta a Adolfo Suárez al mencionar a .aquel partido que existió, laUCE)", que dijo iba a gobernar 107 años. "Nosotros sólo hemos dicho 25. Burla, burlando, ya han pasado 10".

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González concluyó con la afirrnación de que a estas alturas el debate sobre las bondades de un Gobierno minoritario es "un error histórico".

A los acordes del himno electoral

J. P., Los 2.873 alcaldes socialistas -que gobiernan al 70% de la población españolafueron saludados por su colega madrileño, Juan Barranco, con unas palabra! de bienvenida a esa ciudad "abierta, solidaria, acogedora", según dijo. La capital de las Españas gozaba ayer de un sol espléndido y de unos cuantos millares de toneladas de basura sin recoger, mezcla muy apta para iniciar el camino que separa a una ciudad de un pudridero. Pero Barranco no paraba en el elogio de la ciudad elegida como sede de esta conmemoración de la primera década de ayuntamientos democráticos.

Tan pronto como Felipe González hizo su entrada en el salón- de sesiones, las notas bucólicas de la Pastoral de Beethoven fueron sustituidas por el himno utilizado por los socialistas en las grandes campañas electorales. Un poderoso servicio de seguridad impidió, no obstante, las efusiones personales y adicionalmente mantuvo a los periodistas a distancia del jefe del Gobierno.En este ambiente, los teloneros del acto -Juan Barranco, Antonio Maldonado y Tomás Rodríguez Bolaños, alcaldes de Madrid, Mijas y Valladolid, respectivamente- se limitaron a breves glosas de la década de poder local pasado porlas urnas. Sólo Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona, introdujo algunas de las preocupaciones pendientes: inseguridad, contaminación, especulación del suelo, mantenimiento del paro femenino, drogodependencias, calidad escolar.

Pascual Maragall no desaprovechó la ocasión: apoyándose en unas declaraciones recientes del ministro Almunia, que habló de los años 90 como la década del poder local, el alcalde de Barcelona puso el acento en esa necesidad y mentó también las celebraciones de 19512 en Barcelona, Sevilla y Madrid, como una prueba de fuego para las diversas Administraciones.

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