Scalfari garantiza la independencia de 'la Republica' bajo el control de Benedetti

Eugenio Scalfari, director y accionista del diario La Republica, acompañado del vicedirector Gianni la Rocca, se presentó ayer tarde en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma para responder durante dos horas a una avalancha de preguntas sobre la reciente operación de venta de las acciones de L'Expresso-Repubbica a Mondadori.

Scalfari explicó la operación de venta de sus acciones a Mondadori con gran brillantez mezclando pasión e ironía. A quien le provocó preguntándole si habían vendido o bien habían sido comprados, Scalfari respondió sonriendo que en todo matrimonio hacía falta el sí de ambas partes. Y añadió: "Y si lo que quiere indicar es quién empezó la operación, es decir, quién fue el primer pretendiente, le diré que nosotros y Mondadori desde hace 14 años éramos dos sociedades que nos veíamos cada día y nos telefoneábamos cuatro, y jamás sin un contratiempo. Cuando un hombre y una mujer llevan conviviendo 14 años es dificil saber quién ha empezado".Pero puede haber habido violencia del hombre sobre la mujer, interrumpió la esposa del director de Il Manifesto, periodista. "En este caso", respondió imperturbable Scalfari, "la violencia suele hacerla quien compra y no quien vende, aunque a veces existe también la violencia de la mujer sobre el hombre".

El director de Repubblica corrigió la información dada por la prensa italiana de que ahora Repubblica es propiedad de Benedetti. Puntualizó que el ingeniero en la práctica, después de toda la operación, contará con el 32%, de las acciones de Mondadori y que por tanto la Repubblica es de Mondadori, de la cual el presidente de administración será Carlo Caracciolo, accionista mayoritario hasta ahora de LExpresso-Repubblica junto con Scalfari, que entrará también en el consejo de administración.

El director de La Repubblica explicó su decisión de "concentrar" y no de 'fusionar" -puntualizó- con Mondadori, para hacer frente a un mercado cada vez mas dificil y agresivo. "Teníamos la desventaja", explicó, "de ser dos sociedades, Mondadori y L'Expresso, que nos disputábamos la publicidad.

Para explicar la preocupación de muchos de sus redactores frente a la operación al hacer la primera huelga de su historia contra el editor, Scalfari explicó que la entiende muy bien. Afirmó que lo mismo que los otros trabajadores a sueldo los periodistas suelen tener en estos casos reacciones "conservadoras", mientras los empresarios, por su propia definición son siempre "innovadores", ya que su misión es la de saber arriesgarse. Son, añadió, preocupaciones legítimas del temor a perder autonomía y libertad, pero afirmó que ello no depende tanto del cambio de propiedad de la empresa sino de la falta de una legislación en Italia,que proteja dicha autonomía.

Editores puros

A la corresponsal de Der Spigel que le preguntó si no sentía nostalgia de cuando Repubblica era pequeña", Scalfari respondió: "Yo he sido siempre empresario y periodista a la vez. Nunca soñé con un periódico pequeño, al revés, mi sueño ha sido siempre llegar -y casi lo he conseguido- a un periódico con un millón de ejemplares". Le recordó que había sido ella quien, cuando nació Repubblica, le había regalado un pequeño fusil de,juguete, y añadió: "Aquel fusil está aún en mi despacho y pienso seguir usándolo".A quien le recordó, por último, que había sido él quien había defendido siempre como garantía de autonomía, a los llamados editores puros, es decir, aquellos cuya principal función económica es la información, Scalfari respondió tajante que existen editores puros que castran la libertad y editores impuros que la respetan, y recordó que en realidad en el diario La Repubblica, a través'de Mondadori, Carlo de Benedetti estaba ya presente hace cinco años y que ningún periodista de Repubblica o de LExpresso podrá afirmar que ha sentido por ello coartada su libertad.