Corcuera y Vera se entrevistan en París con Joxe

El ministro del Interior, José Luis Corcuera -acompañado del secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera-, viajó en secreto en la tarde de ayer a París para entrevistarse con su homólogo Pierre Joxe, según confirmaron fuentes de este departamento. Se preveía que el encuentro tuviera breve duración y se centrase en el intercambio de información sobre los últimos acontecimientos en torno a ETA. Se esperaba que Corcuera y Vera, que por la mañana se reunieron en Vitoria cm el lehendakari, José Antonio Ardanza, y celebraron una cumbre policial, regresaran anoche a Madrid.

Fuentes de Interior atribuyeron esta reunión en París con Joxe a la voluntad expresada por Corcuera de incrementar la cooperación internacional una vez que el Gobierno ha dado por cerrado el diálogo con la organización terrorista. No se preveía en esta entrevista la consecución de acuerdos concretos, sino un intercambio de información sobre los últimos acontecimientos. El recurso etarra a las cartas bomba y a situar explosivos en la vía férrea es interpretado en Interior como un deseo de buscar la máxima publicidad con el mínimo riesgo, generar una psicosis en la ciudadanía y, de paso, "conseguir algún muerto".El viaje a París fue solicitado por Corcuera antes de que se conociera la detención de tres presuntos etarras cerca de Montpellier, en el sureste de Francia. Precisamente, fuentes de la Administración francesa destacaban que esta detención se había producido lejos del País Vasco frances para dar a entender las dificultades para materializar en éxitos el incremento de presión que España solicita incesantemente a París.

Reunión en Ajuria Enea

El último viaje conocido de Corcuera a París para entrevistarse con Joxe se produjo el pasado 30 de marzo a raíz del ultimátum en el que ETA amenazaba con romper la tregua en 72 horas si el Gobierno no rectificaba su declaración sobre las conversaciones políticas de Argel. La ruptura de la tregua por ETA ha tenido como respuesta del Gobierno español un notable incremento de sus gestiones diplomáticas ante Francia y Argelia para que acentúen la presión sobre la organización terrorista.

Corcuera mantuvo ayer una reunión en el palacio de Ajuria Enea con el lehendakari, José Antonio Ardanza. Asimismo, Corcuera y Vera mantuvieron una entrevista en la Delegación del Gobierno con los máximos representantes de la Policía y de la Guardia Civil, gobernadores civiles y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Julen Elgorriaga. La reunión tenía como fin estudiar la estrategia policial y las medidas especiales para erradicar el terrorismo. "Cuando desaparecen otros procedimientos para buscar una solución dialogada" dijo el ministro, "es obligación de las fuerzas de seguridad velar por los ciudadanos y sus bienes", declaró Corcuera, según informa Pedro Gorospe

El Parlamento vasco condenó ayer tajantemente el atentado de ETA que acabó con la vida del sargento de la Guardia Civil José Calvo de la Hoz e instó "a que continúe el clima de unidad frente al terrorismo".

Por otro lado, unas 1.000 personas se concentraron ayer en Las Arenas en el lugar donde fue asesinado el guardia civil en protesta por el atentado, informa Tonia Etxarri. A la concentración asistieron el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Vega; el secretario general de los socialistas vizcaínos, Ricardo García Damborenea; la vicesecretaria general de Euskadiko Ezkerra, Koro Garmendía, y la corporación municipal de Getxo en pleno, salvo los cuatro concejales de HB.

Por su parte, el vicelehendakari, Ramón Jáuregui, aseguró ayer en Irún que una eventual ilegalización de Herri Batasuna "no ayuda al proceso de normalización en el País Vasco". "Damos mejor ejemplo mostrando al país que todas las opciones políticas se pueden pronunciar libremente" y apuntó que la ilegalización de HB "la decidirán los jueces si algún día incumple de manera absoluta las reglas del sistema democrático y se comporta de manera estrictamente delictivas", según Efe.

La ejecutiva del PNV considera el último comunicado de la banda armada como una amenaza directa tanto para sus integrantes como para los dirigentes de otras fuerzas nacionalistas.