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El juez ordena a la policía precintar tres antros "reventados' en el distrito de Centro

La autoridad judicial ha ordenado el precintado de tres antros del distrito de Centro, que meses atrás fueron reventados por la policía ante la sospecha de que eran algunos de los principales lugares de prostitución y drogas. El precintado de dos de los pisos, sitos en el número 4 de la calle de Muñoz Torrero, supone la total clausura de este punto negro. El comisario Juan Luis Méndez opina que la decisión judicial "demuestra que hay un perfecto entendimiento entre los jueces y la policía respecto a la operación limpieza en la zona".

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Puntos negros

Inspectores del Grupo Judicial de la comisaría de Centro precintaron -en la madrugada de ayer un hostal y un piso de la finca número 4 de la calle de Muñoz Torrero. La policía reventó estos inmuebles hace un par de meses, ante las sospechas de que en ellos ejercían la prostitución las chicas que pululan por la Gran Vía.Los dueños del hostal Antón fueron detenidos entonces bajo la presunción de estar implicados en un delito de favorecimiento de la prostitución, ya que numerosas mujeres declararon que llevaban a sus clientes a dicho establecimiento.

La propietaria de una vivienda particular, ubicada en la primera planta de la misma finca, fue igualmente detenida bajo la acusación de convertir su piso en una casa de citas para las chicas que hacen la carrera en la zona de Centro.

Aprovechando que el juez de Instrucción ordenó el ingreso en prisión preventiva de los dueños del hostal, unos desconocidos forzaron tiempo atrás la puerta de entrada y se apoderaron de los objetos de valor que encontraron. Tras ocurrir ese robo, un familiar de los propietarios colocó una cadena y un candado para impedir nuevos saqueos y el paso de intrusos.

El titular del juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, a la vista de las investigaciones efectuadas hasta el momento, ha considerado que debía ordenar el precintado del hostal y de la vivienda de la calle de Muñoz Torrero. Y así lo comunicó en un escrito enviado a la comisaría del distrito de Centro.

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Tres inspectores del Grupo Judicial, apoyados por dos policías uniformados, procedieron al filo de la madrugada de ayer a cumplir la orden judicial. Sellaron la puerta de entrada al hostal Antón y colocaron un cartel en el que advierten que cualquiera que viole los precintos incurre en delito.

Cuando los agentes iban a clausurar la entrada del primer piso, descubrieron que dentro de él había cuatro mujeres y un hombre, que, al parecer, residían en la actualidad en esta casa. Las chicas se opusieron inicialmente a ser desalojadas, alegando que alli tenían establecida su vivienda, tal como probaban las ropas y enseres personales que guardaban en los armarios, según comentaron fuentes policiales.

A la vista de la situación, los policías concedieron tiempo a las mujeres y al hombre para que recogiesen sus cosas. Una vez que terminaron esta operación, los funcionarios precintaron la puerta y retiraron a las inquilinas los juegos de llaves de que disponían para franquear el portal de la finca. De esta forma, el número 4 de la calle de Muñoz Torrero ha quedado en realidad convertido en un edificio deshabitado.

Por otra parte, el juez de Instrucción número 27 ordenó el precintado de las instalaciones del hostal Rio Jares, sito en el número 14 de la calle de Desengaño, que es uno de los antros clásicos de la zona. El Servicio Zonal de Centro, que reventó este local el 12 de enero pasado, tenía previsto cumplimentar ayer el mandato judicial.

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