La Escuela de Aeronáutica será una sociedad anónima con mayoría de capital público

La Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA) de Salamanca se convertirá el año próximo en una sociedad anónima con mayoría de capital público, de forma que sus empleados no sean funcionarios y, por tanto, puedan ser contratados de acuerdo con baremos salariales competitivos. Así lo anunció ayer el director general de Aviación Civil, Carlos Martín Plasencia, quien recordó que la ENA se ha quedado sin instructores, la mayoría de los cuales se han marchado a las compañías aéreas comerciales porque perciben unos salarios muy superiores a los de la Administración Pública.Según datos de la propia ENA -hoy dependiente de Aviación Civil-, el mes pasado sólo quedaban en el centro tres de los 50 instructores que necesita la escuela. Martín explicó que, según la legislación vigente, el salario máximo que podían percibir esos instructores es de 270.000 pesetas, cuando cualquier compañía aérea paga el doble o el triple a sus pilotos. La marcha de los instructores de la ENA se inició hace cuatro años.

Actualmente, la escuela cuenta con más de 40 aviones y avionetas, además de varios helicópteros y simuladores de vuelo. Según el plan de Carlos Martín, la sociedad que se forme en los próximos meses contará, en cualquier caso, con una mayoría de capital público, pero en la misma también podrán participar, por ejemplo, compañías aéreas interesadas en formar pilotos. Se estima que en los próximos dos años las empresas españolas necesitarán más de 200 nuevos pilotos comerciales.

Otra empresa

Planes similares existen en Aviación Civil con respecto a sectores relacionados con la navegación aérea. Así, Carlos Martín prevé que algunos servicios que se prestan en los aeropuertos sean cubiertos por compañías públicas y privadas.Dentro de estas previsiones, se incluye la futura creación de otra empresa pública que realice los servicios de control aéreo. De esta forma, los controladores dejarían de ser funcionarios para convertirse en empleados de esa futura empresa, lo cual también repercutirá sobre sus salarios. Este proyecto relativo a los controladores estará concretado antes de 1992.

Martín Plasencia recordó que entre 1988 y 1992 están previstas unas inversiones de 200.000 millones de pesetas para mejorar la infraestructura aeroportuaria.