El Parlamento Europeo denuncia los traspasos

El sistema de sumas en concepto de traspaso que se practica en el fútbol es "una forma moderna de comercio de esclavos" según la propuesta de resolución que debate hoy en Estrasburgo el Pleno del Parlamento Europeo. Los futbolistas profesionales sufren continuos atentados contra la libertad contractual, y el límite de dos o tres extranjeros por club viola el principio de libre circulación garantizado por los tratados de la CE.

La resolución que se debate hoy en Estrasburgo constituirá la décima vez que el Parlamento Europeo se pronuncia contra la discriminación a que están sometidos los deportistas profesionales en la Comunidad Europea. La actual propuesta dirigida a defender los derechos de los futbolistas, elaborada por el parlamentario democristiano holandés James Janssen van Raay, ha sido aprobada ya por la Comisión de Asuntos Jurídicos y de Derechos de los Ciudadanos.Aunque la resolución será adoptada una vez más por clara mayoría, la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), las federaciones nacionales y los clubes de fútbol continúan sin aplicar el derecho comunitario. Es más, la UEFA "ha roto unilateralmente" las negociaciones que mantenía con la Comisión Europea para la adopción progresiva de estos principios de obligado cumplimiento. Por eso, la propuesta insta a la Comisión Europea a recurrir e imponer sanciones para "conseguir la supresión del sistema de fichajes y traspasos vigente y un progresivo aumento del número de jugadores nacionales de otros Estados miembros autorizados a jugar, hasta la consecución plena de la libre circulación".

Sentencias del tribunal

El límite de dos o tres jugadores extranjeros como máximo por club no puede ser aplicado dentro de la Comunidad Europea para jugadores de los Estados miembros porque "constituye una discriminación por razón de nacionalidad y una violación de la libre circulación". Dos sentencias del Tribunal de Justicia de la CE garantizan este derecho, pero los futbolistas se ven imposibilitados a recurrir porque, según el eurodiputado Van Raay, "el deporte está organizado de forma monopolística" y, en caso de actuaciones judiciales, los futbolistas "corren el peligro de verse incluidos en una lista negra y perder efectivamente su empleo".

Cuando un jugador quiere jugar en otro país de la CE una vez finalizado su contrato de trabajo, necesita un certificado de traspaso de su federación nacional, la cual sólo lo expide cuando el antiguo club está de acuerdo con el traspaso y percibe a cambio una suma que suele ser millonaria. Si el jugador quiere hacer valer su libertad garantizada por la ley, pierde su empleo su empleo porque ya no podrá jugar en ningún lugar. La UEFA ha dado su bendición oficial a este bloqueo.

El informe parlamentario desmonta el argumento de evitar la extranjerización de los clubes, pues, al margen de que la contratación de extranjeros es una libertad y no una. obligación, en la actualidad "es una excepción que existan varios jugadores en un equipo profesional que procedan de la cantera local o regional. Esto nunca ha perjudicado la identificación con un club". Por el contrario, .gracias a la exhibición de un fútbol de alta escuela y al posible contraste de estilos, cabe esperar una revitalización y una evolución de este deporte". Tampoco, dada la gran cantidad de clubes, parece estar amenazado el futuro de las canteras de futbolistas.

En opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, sólo las selecciones nacionales pueden mantener el principio de nacionalidad de sus jugadores, porque ésa es su característica definitoria y no se trata de auténtico fútbol profesional. También cabe el derecho a los clubes a "una compensación por los gastos invertidos en la formación 3, el entrenamiento" del futbolista.