Londres recibe con aprensión al líder del Kremlin

Londres recibe a Mijail Gorbachov con un punto de aprensión. El Gobierno británico, que en los últimos días ha desempolvado la vieja retórica de la guerra fría, teme que el líder soviético realice un nuevo número de encantamiento cuando mañana hable al mundo desde el Guildhall. Por lo pronto, Moscú anunció ayer la salida de la cárcel de nueve presos políticos cuya libertad había reclamado Londres.Los soviéticos llevan muy en secreto los términos de la declaracion que vaya a hacer Gorbachov, pero Margaret Thatcher teme que el presidente soviético presione sobre la cuña que representa en la Alianza la resistencia germana a modernizar los misiles nucleares de corto alcance, un asunto sobre el que ella tiene claros puntos de vista. También se espera que Mijail Gorbachov delinee con más precisión el europeísmo apuntado el domingo en Irlanda.

Fuera de estas especulaciones de analistas y diplomáticos, lo que es seguro es que Thatcher y Gorbachov van a mostrar, en su quinto encuentro personal y tercero en el Reino Unido, el respeto y la admiración que se profesan. Ambos mantendrán hoy dos horas largas de conversaciones -para abordar desde cuestiones de desarme a conflictos regionales, pasando por el análisis de Gorbachov de los resultados electorales en la URSS- y firmarán diversos acuerdos.

Por la tarde, mientras el líder soviético visita una planta de alta tecnología en los alrededores de Londres, los ministros de Exteriores británico y soviético seguirán las conversaciones iniciadas por la mañana, en las que hablarán, entre otras cuestiones, sobre derechos humanos. The Times publicaba ayer un anuncio a toda página suscrito por más de 200 parlamentarios de todo el arco ideológico que denunciaba las violaciones de tales derechos en la URSS. Un portavoz soviético calificó de positivo este interés.

Tras su discurso de mañana en el Guildhall, el presidente soviético y Raisa Gorbachov acudirán al castillo de Windsor, donde serán agasajados por la reina de Inglaterra y el príncipe Felipe. Después del almuerzo, volarán de regreso a Moscú.