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Los países en vías de desarrollo apoyarán la filosofía del Plan Brady para reducir la deuda

Enric González

El Grupo de los 24 (G-24), organismo que representa a los países endeudados ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), apoyará la filosofía del llamado Plan Brady, articulado en torno a la necesidad de reducir la deuda. Esta decisión del G-24 se considera un respaldo prácticamente definitivo para la iniciativa del secretario del Tesoro norteamericano, Nicholas Brady. El último escollo por salvar es el de los países más ricos, los miembros del Grupo de los Siete, que se reúnen hoy, domingo, en las proximidades de Washington.

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La reunión preliminar del G-24, celebrada el viernes, no tuvo que prolongarse hasta el día siguiente como venía sucediendo en anteriores ocasiones. El documento sobre el que se basaron los debates, conocido como la Agenda anotada, previamente preparado por un comité interino, fue aprobado sin dificultades y sin apenas retoques. Ese espíritu de consenso indica, según fuentes del Grupo, que la reunión de los ministros del G24, prevista para hoy, respaldará definitivamente los puntos contenidos en la agenda.Dicha Agenda anotada tiene como temas centrales el de la deuda externa de los países en desarrollo y el incremento de cuotas para los socios del FMI. En lo que se refiere a la deuda, se apoya de forma implícita el Plan Brady, al dar "la bienvenida a las propuestas recientemente formuladas" sobre la necesidad de reducir el volumen de la deuda. Se añade, sin embargo, que estos países sienten . preocupación" por los mecanismos concretos a aplicar para la reducción, "que todavía no están al alcance de todos los países", refiriéndose sobre todo a los africanos, y por las "exigencias políticas" (los duros ajustes económicos internos que impone el Fondo como condición para conceder ayudas) que puedan traer consigo el proceso de reducción.

En cuanto a las cuotas, el G24 se muestra decididamente partidario de incrementar en el mayor Porcentaje posible las aportaciones de los miembros del FMI.

Envidias y recelos

Fuentes cercanas a la negociación dijeron que "sería un error que los países en desarrollo se dividieran por envidias o recelos", refiriéndose a algunas quejas formuladas esta semana a raíz del supuesto trato de favor que reciben México y Venezuela, dos países que están aplicando con ortodoxia las medidas de control salarial y de precios que recomienda el Fondo. Esas quejas habían suscitado el temor de que los 24 no se pusieran de acuerdo. "Lo que ocurre es que si el dinero es tan escaso como hasta ahora, la concesión de un crédito a un país implica que otro no puede recibir apenas nada", dijeron. El director del FMI, el francés Michel Camdessus, propuso en la anterior reunión de Berlín un incremento mínimo en las cuotas del 50% para atender las necesidades más urgentes, cifrando, sin embargo, en un 100% el porcentaje satisfactorio.En la agenda que debatirán y, con toda probabilidad, aprobarán hoy los ministros del G24 se respalda también la opción de renegociar la deuda país por país y sin fórmulas de estricta aplicación general, haciendo hincapié en la necesidad de planteamientos a medio y largo plazo, y se pide que los organismos internacionales (FMI y Banco Mundial) participen activamente en las reuniones bilaterales entre deudores y banca acreedora.

Asimismo, se "deplora" la reducción constante en el flujo de créditos comerciales hacia los países en desarrollo y se expresa una "profunda preocupación ante la posibilidad de que el solicitado incremento de cuotas implicara una alteración en el porcentaje de la aportación correspondiente a cada país.

Ésa es una cuestión insistentemente planteada por varios países industrializados, que consideran ilógico que Japón esté relegado al quinto lugar, tras EE UU, el Reino Unido, la RFA y Francia. El temor del G-24 se refiere a que la reestructuración pudiera acarrear una disminución en el peso de los países en desarrollo a la hora de las votaciones. EE UU, a su vez, que posee el 19% de las acciones del fondo y poder de veto, se ha declarado en anteriores ocasiones contrario a ceder una parte de su representación en el FMI en beneficio de otros países

Tras este rápido consenso entre los endeudados, las dudas planean ahora sobre la reunión que hoy celebrará el G-7 (EE UU, RFA, Japón, Francia, Reino Unido, Canadá e Italia), en la que fue residencia de George Washington en Mount Vernon (Virginia). La ausencia del ministro japonés Nakesita, implicado en el escándalo Recruit y sustituido a última hora por el gobernador del Banco Central en la delegación nipona, y el deseo francés de posponer cualquier decisión importante hasta la próxima reunión del G-7, a celebrar precisamente en París durante el bicentenario de la Revolución le 1789, hacen temer que los países más ricos se limiten a expresar un vago apoyo al Plan Brady sin comprometerse en los detalles de aplicación del plan.

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