Los iraquíes estrenan hoy su 'apertura' democrática

Los iraquíes dan hoy, con su visita a las urnas, un primer paso en el proceso de democratizació anunciado a finales del año pasado por su presidente, Sadam Husein, y ante cuyo alcance los observadores políticos se manifiestan escépticos. Un total de 887 candidatos compiten por los 255 escaños del Consejo Nacional (Parlamento), constituido en 1980, pero cuyos miembros eran elegidos hasta ahora por referéndum, en una lista única de candidatos aprobados por el partido gobernante. Siete de los 16 millones de iraquíes tienen derecho a ejercer el voto.Entre las novedades de la consulta destaca la escasa participación de altos cargos del Gobierno y el Partido Baas (en el poder), así como la candidatura de 51 mujeres. Sólo un ministro, un destacado responsable baasista y varios funcionarios de la Administración, han incluido sus nombres en las listas. Por otra parte, las autoridades iraquíes, que siempre se han vanagloriado de que sus mujeres se encuentran en la vanguardia del mundo árabe, no cuentan con ninguna fémina en los puestos de mayor responsabilidad del país. El retorno de los soldados tras el alto el fuego en la guerra contra Irán pone en peligro muchas de las conquistas de las iraquíes durante ese período.

La instauración de un sistema pluripartidista "se ha convertido en una necesidad vital para reforzar más las bases de la democracia y la revolución en la próxima etapa", aseguraba Husein el pasado enero, en un mensaje televisado dirigido a sus compatriotas. El presidente, en un gesto que contrasta con su trayectoria de autócrata, anunció también la elaboración un nuevo texto constitucional, que será sometido a referéndum.

Sólo tres partidos han sobrevivido a la etapa dictatorial, amparada por la guerra. Se trata del gobernante Baas, el Partido Demócrata del Kurdistán Iraquí (rama del PDKI que apoya al régimen) y el Partido de la Revolucion del Kurdistán, todos ellos agrupados en el Frente Nacional Progresista. Los comunistas, que pertenecieron a ese bloque hasta su prohibición en 1979, sufrieron a partir de entonces un proceso de depuración que acabó con la vida de sus principales dirigentes.

La puerta a la legalización de otras formaciones políticas ha quedado obstaculizada tanto por el recuerdo del destino de los simpatizantes comunistas como por la genérica limitación a los potenciales grupos políticos de "no atentar contra la seguridad de las estructuras del Estado". De momento sólo el Partido Baas y algunos pequeños partidos kurdos subsidiarios de él participan en la contienda electoral. La mayoría de los aspirantes se presentan como independientes, de acuerdo con la lista de candidatos facilitada hace dos semanas por el comité organizador de las elecciones.