Los trabajadores venezolanos quieren copiar la huelga general de España
Los dirigentes sindicales venezolanos están radicalizando su lucha al plantear seriamente la posibilidad de convocar una huelga general ante la crítica situación económica del país. En una postura sin precedentes, la dirección sindical del partido socialdemócrata gobernante, Acción Democrática, amenazó con llevar a una huelga aún sin fecha, tomando como eiemplo el paro convocado en España en diciembre pasado.
Aunque parezca sorprendente, los sindicalistas oficiales venezolanos están copiando la iniciativa española y no de otros países latinoamericanos, como Argentina, donde también recientemente se ha producido este tipo de respuesta laboral ante políticas de Gobierno que han afectado a los trabajadores.Cuando el secretario sindical de Acción Democrática, Antonio Ríos, anunció la necesidad de retomar este tipo de luchas, mencionó el ejemplo de los trabajadores españoles, cuyo paro no produjo muertos, ni saqueos, ni destrozos de comercios, como los lamentables sucesos ocurridos en Venezuela durante la semana del 27 de febrero al lanzar el Gobierno el paquete de medidas de ajuste.
El ejemplo de los trabajadores españoles les ha impulsado a emprender una acción parecida en forma organizada. Antonio Ríos y Juan José del Pino, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), no pretenden ser imitadores del español Nicolás Redondo de la UGT, pero sí consideran la necesidad de emprender acciones para defender a la clase obrera venezolana y declarar que la deuda externa es impagable.
Sin decir todavía que el presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez ha traicionado a los trabajadores venezolanos dejando prácticamente el curso de la actividad económica del país en manos de los grandes grupos financieros, los dirigentes sindicalistas están endureciendo su posición porque se sienten frustrados con los ajustes.
Y es que los ajustes están sobrepasando las consecuencias previstas inicialmente. La liberalización de las tasas de interés bancarias en menos de un mes ha aumentado el 36%, la liberación de precios se ha disparado a un 200% y 300% en diferentes productos y artículos de consumo, mientras continúa el desabastecimiento de alimentos.
