Los gigantes privados

"Creemos que como mucho ocho megacompañías -dos de ellas serán japoneses, dos norteamericanas y otras dos europeas- se repartirán el dominio de la comunicación en los próximos años en el mundo". Con estas palabras explicaba el pasado día 5 de este mes Nich Nicholas, director de Time Inc, el proyecto de fusión de su grupo con Warner Communications. Poco después se producía la fusión, y el grupo Time Warner se imponía como la primera megacompañía de la comunicación mundial.Otro de los empresarios, quizá el profeta más entusiasta de la nueva comunicación, el británico Robert Maxwell, insistía recientemente en esta misma idea: "El siglo XX puede definirse como el siglo de la energía dominado por las compañías petroleras. El final del siglo XX y el principio del XXI se caracterizarán por el dominio de la comunicación por parte de unas pocas compañías, que utilizarán los satélites para la comunicación global".

Americanos y europeos parecían enfrentados hasta ahora en la carrera por repartirse los medios de comunicacion, y especialmente los medios audiovisuales, pero-ya han comenzado a producirse los primeros intercambios de capital entre empresas de ambos continentes, hasta tal punto que el movimiento de inversiones extranjeras ha provocado inquietudes en Estados Unidos.

De momento se encuentra bien situado en el control de la industria de la comunicación, en primer lugar, el norteamericano Time Warner, tras haber desalojado al líder mundial, el alemán Bertelsmann, que ahora ha pasado a la segunda posición. Vienen después los también norteamericanos Capital Cities / ABC y General Electric / NBC. Entre estos dos hay que colocar a News Corporation, del australiano nacionalizado en Estados Unidos Rupert Murdoch, que posee también un vasto imperio televisivo y editorial en Europa.

Otro de los megagrupos es el francés Hachette, y operan en el ámbito de la comunicación paneuropea los grupos del británico Robert Maxwell, el italiano Fininvest -de Silvio Berlusconi-, la Compañía Luxemburguesa de Televisión (CLT) y Canal Plus, de Francia. Todos se han beneficiado de las nuevas condiciones de liberalización de los mercados audiovisuales.