Proceso de deterioro

La pelota, el principal deporte autóctono español, está teniendo un proceso de deterioro evidente en Madrid. Tiene su arraigo histórico en el Norte de España, con Navarra como la comunidad reina, por delante de Euskadi, en donde Vizcaya es la más destacada en cesta punta (frontón largo). Valencia y Canarias, en cambio, son las punteras en el más moderno y extendido frontenis.Hay razones puramente técnicas que influyen en la pelota. Las modalidades con herramienta son dificiles; para jugar las de mano, como ha dicho algún técnico, hay que cortar troncos o algo así. Un oficinista o aquel profesional que utilice las manos en un trabajo más delicado, dificilmente puede hacerlo. Es una limitación clara.

Punto y aparte es la pelota profesional. Hay que entrar entonces en el difícil mundo del juego y las apuestas. Un Jai Ala¡ instalado en Benidorm acabó a tiros con la muerte del hijo del dueño. Y está cerrado. En Barcelona también acaba de cerrar el último frontón que quedaba, el Jai Alal Palacio, donde se curtían pelotaris para los frontones de Estados Unidos. La huelga que los jugadores vascos mantienen desde hace casi un año reivindicando mejoras en su trabajo, ha hecho innecesario su mantenimiento. Los empresarios norteamericanos no sólo no han cedido, sino que han abierto nuevamente los frontones con jugadores locales, de menor calidad, pero que salvan igual las apuestas.

En Madrid, en cambio, han ido cerrando hasta 20 frontones en los últimos años. El último, el frontón Madrid, donde se habían refugiado las huestes postreras. Al ser deficitario, sus propietarios quisieron sacar rendimiento al recinto con una serie de obras y servicios que no cumplían las ordenanzas municipales, al transgredir su uso deportivo. La reforma está paralizada por la gerencia de urbanismo del Ayuntamiento.

La Federación Madrileña, que no tiene medios para costear una instalación y se ha quejado ya a todos los estamentos, lleva dos años luchando contra el declive inexorable de la pelota en Madrid donde susbsisten nueve frontones municipales, pero sólo dos parcialmente válidos.

Existía un proyecto de instalar un Jai Alal en la estación del Norte, y hasta el IMD podría utilizar por las tardes La Elipa para partidos profesionales. Pero son sólo proyectos. Lo real hasta ahora son las carencias y las desapariciones.