La doble cara de Israel
EE UU, escenario de las dos tendencias que enfrentan a los judíos sobre las negociaciones con la OLP
Dos diferentes caras de Israel les fueron reveladas simultáneamente a los norteamericanos los pasados días. La presencia en Washington del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Moshe Arens, y la de una delegación de paz israelí al mismo tiempo en Nueva York han puesto en evidencia la doble cara de Israel. Cuatro diputados israelíes de la izquierda sionista, ex diputados, profesores universitarios, generales y coroneles en situación de reserva entablaron un diálogo con una delegación de la OLP y con representantes de los territorios ocupados.
En Washington, Arens, ministro de Asuntos Exteriores del Likud, respondió "no, no y no" a las sugerencias del secretario de Estado estadounidense, James Baker, tendentes a aliviar la represión israelí en territorio ocupado, acompañada de una reducción de la violencia de la intifada palestina. Arens esta ba tanto más a la defensiva cuanto que la Administración de Bush no ve esto como un fin en sí, sino que propone iniciar, paralelamente, conversaciones con vistas a un "arreglo global del conflicto israelí-palestino" teniendo siempre pn cuenta la "legítima preocupación de Israel por la seguridad y las aspiraciones palestinas a la autodeterminación nacional".Desde que Estados Unidos se ha comprometido en el proceso de paz árabe-israelí es la primera vez que una Adminis tración estadounidense osa em plear la expresión, hasta ahora tabú, de "autodeterminación nacional" al hablar de las aspiraciones palestinas.
El ministro Arens quedó bastante disgustado. Israel cuenta con desatar con gran urgencia una contraofensiva diplomática, movilizando a todos sus amigos norteamericanos, judíos y no judíos.
Baker rogó a Arens que transmitiera las nuevas propuestas norteamericanas a Shamir, a quien se espera en Washington a comienzos de abril. Sin embargo, los dirigentes de Israel no parecen haberse dado cuenta de que también la opinión norteamericana cambia, y que ya ha cambiado.
.¿Cuáles son las circunstancias en las que el ministro israelí estaría dispuesto a negociar con la OLP?", preguntó a Arens una periodista de la cadena ABC. Una pregunta tan directa, que ignora el anatema que pesa sobre la OLP, hubiera sido imposible, impensable, hace sólo un año.
Arens se quedó de piedra. ¿Discutir con la OLP? Jamás. El pueblo de Israel se opone firmemente a ello. Pero ungrupo de diputados israelíes y de relevantes personalidades de Paz Ahora acaban de mantener tres días de diálogo con una delegación de la OLP en Nueva York, insiste la periodista. `Son marginales, no representan a nadie, apenas del 1% al 2% de la Kneset", respondió Moshe Arens.
Estar al corriente
¿Supondrá Arens realmente que los medios de comunicación estadounidenses puedan no estar- al corriente de lo que sucede en Israel?, ¿que al menos 22 diputados laboristas se pronunciaron públicamente a favor de: una eventual negociación con. la OLP? En lo que respecta a los responsables de la OLP, no) lo ignoran. Conocen los sondeos de opinión que muestran que el público israelí, aun cuando mantiene una actitud de prudencia y desconfia de las intenciones de la OLP, no por eso deja de estar bastante más avanzado que los gobernantes y, principales dirigentes, tanto de los del Likud como de los laboristas.Consejero de Arafat y presi dente de la Comisión Política del Consejo Nacional Palesti no, el doctor Nabil Shaath, que encabezaba la conferencia israelopalestina de Nueva York, juzgó este encuentro como, "de lejos, el mejor, el más franco, el más constructivo, el más preo cupado por preparar el porvenir" que haya tenido lugar hasta ahora. (Los tres encuentros precedentes tuvieron lugar re cientemente en París, La Haya y Oxford.) Es cierto que el coloquio israelopalestino en la Columbia University ha hecho historia.
Por lo pronto, es la primera vez que Estados Unidos acordó visados a un grupo de delegados de la OLP. Además, es la primera vez que un encuentro de ese tipo fue iniciado y organizado por israelíes y palestinos, es decir, por la revista israelí New Outlook y por el periódico palestino El Fajr, asistidos por los grupos estadounidense Amigos Norteamericanos de Paz Ahora y The American Council for Palestinian Affairs.
Finalmente, el coloquio de Nueva York fue convocado sobre la base de una declaración de principios acordada de antemano por New Outlook y El Fajr, que, entre otras cosas, proclamaba: "La solución del conflicto israelí-palestino deberá basarse en el reconocimiento mutuo de los derechos a la autodeterminación nacional de los dos pueblos y a la coexistencia pacífica", igual que sobre "la solución del problema de los refugiados palestinos en todos sus aspectos".
Este último punto, y sobre todo su interpretación práctica, dio lugar a una controversia, viva pero cortés, que oponía a israelíes y a palestinos. Tarzi, jefe de la misión de la OLP ante la ONU, insistió sobre el "derecho inalienable y reconocido por reiteradas resoluciones de la ONU" de los refugiados palestinos a sus hogares en Israel anteriores a junio de 1967 y a "volver a tomar posesión de sus casas y demás propiedades".
Seca réplica del diputado Yossi Sarid (ratz, sionista de izquierda): "Ninguno de nosotros, ni Shamir ni Yossi Sarid, tolerará el retorno masivo de los refugiados palestinos de 1948 a territorio israelí".
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